La rentabilidad este año en deuda emergente en moneda local ha sido superior a lo que muchos esperaban. Los bonos globales emergentes en moneda local proporcionan doce por ciento de rentabilidad en lo que va de año en EUR. La rentabilidad anual de la deuda emergente en Latam los últimos diez años ha sido 12%, con mayor volatilidad que la asiática, aunque estrechándose. En lo que va de año se comporta mejor que Asia, alrededor de doce por ciento frente a siete.
Estos bonos han pasado este año por un fuerte rally, atribuible en parte a la corrección en 2011, de manera que los precios han partido en 2012 de una base menor. Además estos mercados disponen de fundamentales más firmes y es previsible que su demanda se mantenga. Los próximos seis a doce meses hay que considerar que la persistencia del riesgo macro-económico dada la falta de crecimiento en mercados desarrollados y volatilidad, que implican alta demanda de activos de baja volatilidad y elevados ingresos (cupones), favorable para mercados emergentes. Así que queda potencial alcista, especialmente debido a que los tipos de interés en los países emergentes pueden permanecer bajar aún más o permanecer inalterados, con efectos positivos en los precios.
Además este año ha habido abundante entradas de dinero, unos 55.000 millones de dólares. En 2013, dados los fuertes fundamentales, es previsible que estos flujos continúen, proporcionando soporte, con rentabilidades esperadas igualmente razonables. A ello se añade la rentabilidad por cupones en esta clase de activos llega al siete por ciento anual.
De todas formas en esta clase de activos la rentabilidad sigue muy atractiva. Además estamos en un punto de inflexión. Tras las rebajas crediticias de deuda soberana de países desarrollados una línea separa sus fundamentales de los de emergentes, de los que 65 a 70% cuenta ya con calificación crediticia grado de inversión. En 2013 es previsible que los emergentes sobrepasen a los desarrollados en porcentaje de PIB mundial, una tendencia creciente. Además los emergentes contarán con mayor poder político. De hecho es previsible que la recuperación global en 2013 sea liderada por los países emergentes, impulsando la demanda y flujos de inversión hacia su deuda.
En cualquier caso nuestro objetivo es un crecimiento atractivo del capital en situaciones favorables y protección cuando es desfavorable, lo que efectivamente se ha probado los últimos años. No es posible ni deseable estar plenamente invertidos en todo momento y a veces es prioritario preservar capital en previsión de un mercado bajista.
Favorecemos sensibilidad a variaciones de tipos de interés
En general favorecemos exposición a sensibilidad a variaciones de tipos de interés. Ester año hemos estado sobreponderando bonos de Brasil hasta julio, incluyendo bonos ligados a inflación, pero estamos neutrales tras su rally los últimos meses y la etapa final de su serie de bajada de tipos de interés, ahora dependiente de los datos económicos. Sin embargo sobreponderamos ligeramente bonos de Méjico, pues los datos peores de lo esperado de la recuperación económica de EEUU, con quien tiene alta correlación pueden implicar recorte tipos de interés.
También sobreponderamos ligeramente bonos de Polonia, Turquía y Filipinas, pero infra-ponderamos bonos de China e Indonesia. De hecho el movimiento de recorte de tipos es menos aparente en Asia, pues el consumo doméstico está proporcionando soporte. Si ha habido recortes de tipos ha sido por sorpresa, como en Corea y en Tailandia, a quienes puede seguir Malasia. China por su parte se está desacelerando, pero el consenso espera crezca al 7-8% este año, siendo razonable. El país sigue teniendo falta de transparencia, pero sus autoridades son muy sensibles a las exportaciones y quieren contribuir a su crecimiento y al de otras economías. En este sentido 30% de sus relaciones comerciales son con otros países asiáticos. De hecho es previsible que sigan aflojando la política monetaria, no necesariamente con rebaja de tipos de interés.
Por otra parte, somos más prudentes en Europa del Este, dada su exposición y vínculos con el resto de Europa.
El componente de divisas presenta limitaciones
Respecto a divisas, tenemos una visión generalmente alcista a medio y largo plazo, si bien muchas autoridades en estos países consideran no conveniente la apreciación de su divisa. De manera que, en comparación con la posible revalorización de los bonos, el componente de divisas presenta limitaciones en países dispuestos a intervenir.
Actualmente sobre-ponderamos el real brasileño en 2,4% respecto al peso de diez por ciento en el índice y peso mexicano, además de dólar de Singapur y baht de Tailandia. Brasil ha mostrado interés en que su moneda no se revalorice y es una de las dos monedas que se han depreciado frente al dólar este año. Pero su recuperación parece intacta y la inflación controlada, así que hay margen de apreciación. Por su parte México es una excepción, pues sus autoridades han indicado que no les preocupa que su moneda se aprecie.
El resto de monedas de Latinoamérica tienen alta correlación con la exportación de materias primas y sus autoridades no desean apreciaciones. Hemos pasado a infraponderar las divisas de Colombia y Chile. La moneda de Colombia no se depreció mucho en la crisis de Septiembre de 2011 y Mayo de este año, a lo que se añade cierta presión de crecimiento, de manera que su potencial es limitado.
Eugene Choi, especialista de deuda emergente de Pictet AM
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