Hay gestoras que están más preparadas que otras para suplir la marcha de un determinado gestor
Ho mismo saltaba la noticia de que el gestor del Aviva Espabolsa, Iván Martín, va abandonar muy próximamente la gestora Aviva Gestión. La marcha de un gestor conocido y reconocido, que ha conseguido a lo largo de los años unos resultados superiores a la media y un reconocimiento por nuestra parte (el fondo Aviva Espabolsa tenía hasta ahora un Analyst Rating de Gold, el máximo en nuestra calificación), es indiscutiblemente una mala noticia. Por el momento el fondo está con la nota “Bajo Revisión” (Under Review) por parte de nuestro equipo de analistas.
Pero, más allá del impacto mediático, la pregunta que deben hacerse los inversores afectados por un cambio de gestor es: ¿qué debo hacer ahora? ¿Permanecer en el fondo o salirse? La respuesta es muy simple: esperar y ver. Hay varios motivos por los cuales no conviene precipitarse cuando uno se entera de que su fondo ha cambiado de gestor.
¿Hay cambios en la estrategia?
Primero, hay que averiguar si el cambio de gestor puede suponer un cambio en la política de inversión del fondo. Por lo tanto, habrá que vigilar de cerca y de forma regular tanto la cartera como los resultados del fondo. Sólo si se produce un cambio sustancial en la filosofía de inversión y/o en los resultados del fondo debe uno plantearse salirse del fondo o traspasar su participaciones.
¿Hay cambios en el equipo?
En segundo lugar hay que tener en cuenta que en la inmensa mayoría de los casos la gestión de un fondo no es el trabajo de una única persona. Suele haber un equipo de gestores respaldaos por analistas. En el caso del Aviva Espabolsa pensamos que el equipo de renta variable no es excesivamente amplio pero creemos que cuenta con una calidad superior a la media de sus competidores en esta categoría. Por lo tanto también habría que ver si la marcha del gestor modifica de alguna forma el equipo que trabajaba hasta ahora en la gestión del fondo.
No es la muerte del fondo
En tercer lugar, el gestor que toma las nuevas riendas del fondo puede hacerlo tan bien como su predecesor. El cambio de gestor no supone, ni mucho menos, la muerte del fondo.
Imposibilidad de seguir al gestor
En cuarto lugar y suponiendo que uno quiere mantenerse fiel al gestor estrella, uno no siempre tiene la posibilidad de traspasar el dinero al fondo donde se haya ido. Además, por muy exitoso que haya sido un gestor en el pasado eso no significa necesariamente que vaya a obtener resultados tan destacados en su nueva trayectoria debido a que no dispone ya del mismo equipo de analistas y/o de los mismos recursos materiales o técnicos.
Resulta en todo caso sorprendente que el cambio de un gestor no sea considerado como un “hecho relevante” por parte de la CNMV
Dos puntualizaciones
Como conclusión merece la pena hacer dos puntualizaciones. La primera es que hay gestoras que están más preparadas que otras para suplir la marcha de un determinado gestor, por muy estrella que sea. Hay que compañías que prefieren fichar gestores de fuera y otras que ponen especial atención en formar una cantera propia de gestores que pueden, en un momento dado, dar el salto a la primera línea de gestión.
La segunda puntualización tiene que ver con la nula información que proporcionan la mayoría de gestoras nacionales en cuanto al nombre de los gestores responsables de los fondos. En este sentido existe una diferencia fundamental con respecto a las entidades extranjeras donde la transparencia es mucho mayor. Dicho esto, resulta en todo caso sorprendente que el cambio de un gestor no sea considerado como un “hecho relevante” por parte de la Comisión nacional del Mercado de Valores al que puedan tener acceso todos los partícipes al mismo tiempo.