Otro año, otra desaceleración. La economía mundial tuvo un buen primer trimestre, se frenó en el segundo, y va a atravesar un tercer trimestre aún peor. La recesión en la Eurozona es probable que arrastre a Alemania y a Francia, y que la zona en su conjunto se contraiga a corto plazo. La economía china se enfría, en parte en respuesta a los esfuerzos del gobierno durante el 2011 para reducir la inflación y en parte por la caída de la demanda en Europa.
A pesar del deterioro de la economía, creemos que es improbable que empiece una recesión global a corto plazo. En los países desarrollados, en su conjunto, existen demasiados recursos productivos ociosos. Los precios de las materias primas nunca han permanecido mucho tiempo en niveles alarmantes después de la recesión de 2008-2009. Y en los últimos meses no se ha producido ningún shock macroeconómico con alcance mundial. Por todo ello, creemos que una continuación de la ralentización es probable, al menos hasta septiembre.
Dicho esto, los riesgos son a la baja. Tres amenazas acechan. La primera es la desintegración de la zona euro. El Fondo Monetario Internacional (FMI) podría dejar de prestar dinero a Grecia en septiembre. Si Europa no compensa esa pérdida de financiación con más fondos, el país heleno se vería abocado a la insolvencia. Políticos alemanes ya han insinuado que la salida de Grecia de la zona euro no supondría un cataclismo. Además, la percepción es que es un caso perdido y que ahora mismo hay toros más grandes que lidiar.
Para empezar, por supuesto, está España. El rescate al sistema bancario no ha calmado a los mercados. Al contrario, los inversores se han puesto muy nerviosos por las necesidades de financiación de las comunidades autónomas. La ayuda a las regiones supondrá otra carga para las maltrechas finanzas del Estado. Italia se ha visto perjudicada por un simple efecto reflejo de los inversores. Pero a corto plazo los transalpinos celebran elecciones, y existe gran incertidumbre sobre el sustituto del gobierno Monti: ¿Tendrá una mayoría fuerte? ¿Habrá una polarización del parlamento transalpino? Por si fuera poco, un posible rescate total a España dejaría al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera casi sin recursos para ayudar a Italia.
Fuera de Europa, los riesgos están en China y en Estados Unidos. En el país asiático sabemos que la economía se está desacelerando. Las cifras oficiales de producto interior bruto dicen que la ralentización es suave. Pero las cifras de consumo de electricidad, acero y hormigón, por ejemplo, sugieren que la caída de la economía es mucho más brusca. El segundo problema es que la debilidad de la economía china reside en su sistema financiero, y la opacidad aquí es casi total. A pesar de todo, creemos que en el peor de los casos el gobierno chino tiene la capacidad fiscal y política de resolver el problema sin contagiar al sistema financiero mundial. Estados Unidos se enfrenta a una posible contracción fiscal, del orden del 3 al 5% del PIB durante 2013, si nada no lo remedia. Creemos que el gobierno actuará antes de que se haga efectiva, o como máximo poco después de enero. Pero esta incógnita va a tardar en despejarse, lo cual añadirá a la incertidumbre general durante el otoño.
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A este respecto desde el equipo de Morningstar España hemos querido plantear dos preguntas puesto que nos interesa saber qué opinan nuestros lectores:
¿Crees que las amenazas de una recesión global son factibles?
¿Cual es el mejor opción de inversión para una estrategia de preservación de capital?
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