Acabo de recibir una nota recogiendo la opinión de Stuart Rhodes, el gestor del M&G Global Dividend, un fondo de renta variable global de estilo value especilaizado en rentabilidad por dividendo. Es uno de nuestros preferidos dentro de su categoría, hasta tal punto que recibe el Analyst Rating de Silver (pinche aquí para acceder a la ficha del fondo).
La idea que quiere transmitir Stuart es que a pesar de que las compañías europeas de telecomunicaciones y de utilities (servicios públicos) ofrecen altos dividendos (razón por la cual muchos inversores las incluyen en sus carteras… pensemos en Telefónica) advierte del riesgo que supone esta estrategia. Considera que muchas compañías pertenecientes a estos sectores no tienen atractivo a nivel fundamental porque están en negocios muy regulados donde las perspectivas de crecimiento a largo plazo están limitadas. A su juicio una compañía no puede sostener un crecimiento a largo plazo de su dividendo sin una expansión a largo plazo de su negocio.
Entonces, ¿en qué sectores invertir? A su juicio, grandes compañías multinacionales del sector de consumo. ¿Ejemplos? Señala a Reckitt Benckiser y Nestlé como compañías que le gustan. También está incorporando valores financieros dentro de su cartera, pero fuera del sector de bancos y aseguradoras, como la gestora BlackRock o el propietario del mercado de derivados CME.