Ahora es el momento de solucionar los problemas de su cartera para mejorar los resultados en 2012. Muchas de las reglas básicas de inversión son intuitivas. Por ejemplo, la subida en los tipos de interés puede ser una buena noticia para aquellos que hayan comprado productos de ahorro a corto plazo, aunque por lo general son perjudícales para los fondos de bonos. Otro consejo: El inversor perezoso tiende a menudo a ser más exitoso que aquel que no para de mover su cartera.
Si hace un seguimiento diario de las compañías de su cartera—o peor aún, si lo hace a lo largo del día—puede que tenga la tentación de operar más de lo necesario. A su vez, puede que se vea perjudicado por los elevados costes de transacción y los impuestos, y es probable que persiga fondos y compañías con altas rentabilidades pasadas con la esperanza de que sigan haciéndolo bien. Estos pueden ser los ingredientes perfectos para el desastre.
Puesto que es posible que uno se dispare en el propio pie con un exceso de trading en el mercado, soy una gran defensora de revisar la cartera solo unas pocas veces al año—semestral o trimestralmente. El propósito de esta revisión de cartera es solucionar los problemas de forma sistemática e identificar los cambios que se quieran hacer como parte de un plan de reequilibrio. Debe planificar el rebalanceo de la cartera-es decir, sacar dinero de aquellas inversiones que han tenidos buenas rentabilidades y ponerlo en aquellas que no han sido tan rentables—al menos cada pocos años.
Lea los siguientes cinco puntos para saber cómo realizar la revisión de su cartera. Tome notas sobre la marcha, ya que querrá referirse a ellas cuando haga el reequilibrio.
1. Asegúrese de que su distribución de activos está en línea con sus objetivos.
Una de los determinantes más importantes para saber si su cartera está posicionada para alcanzar sus metas está en la distribución de los activos -cuanta exposición tiene en renta variable, renta fija y liquidez. Muchos gestores de fondos, por ejemplo, han estado saliendo de valores de la Eurozona en los últimos años, así que su cartera europea de renta variable puede haberse reducido. Eso no es malo, pero podría ser una señal de que necesita añadir a su cartera más exposición a renta variable de la Eurozona si quiere tener una buena diversificación (y potencialmente beneficiarse de un rebote en esta región).
2. Radiografíe su cartera
Una vez haya evaluado la distribución de activos de su cartera, preste atención a cómo están posicionados sus bonos y la parte de renta variable de su cartera. Preste atención, por ejemplo, al Style Box de Morningstar de renta variable y renta fija que representan los estilos de inversión de sus posiciones. No debe esperar ver una distribución de las pociones en cada de los nueve cuadrantes, pero si le interesa saber si la mayoría de sus posiciones están agrupados en uno o dos cuadrantes del Style Box.
También debe comprobar si sus posiciones en renta variable están distribuidas a lo largo de los distintos sectores del mercado, y comparar ese posicionamiento con los pesos del índice de referencia elegido. Al igual que con el posicionamiento del Style Box, no debe tener demasiado en cuenta algunas divergencias, pero sí debe ser consciente si está tomando algunas apuestas fuertes—los sectores donde el peso que tiene en cartera es, por ejemplo, más del doble que el del índice.
Finalmente, vea si su cartera está desproporcionalmente sesgada hacia uno o dos valores individuales.
3. Revise sus posiciones individuales
Una vez haya revisado su posición agregada de la cartera, es el momento de realizar un rápida revisión individual de cada una de sus posiciones. Utilice nuestra página web para encontrar los informes detallados de cada fondo o valor y acceder al análisis de aquellos valores cubiertos por nuestro departamento de análisis. Los informes de los analistas de Morningstar son una manera sencilla y rápida de conocer los puntos clave de los fondos más importantes y de las empresas que cotizan en bolsa.
Si quisiera realizar su propio análisis de los valores, necesitará profundizar en los datos. Para los fondos tome note de cualquier cambio en la gestión, modificaciones de la estrategia, o alteración del fondo o de la compañía (muchos de los fondos han cambiado de manos a lo largo de los últimos años). Al analizar valores individuales, observe los distintos ratios fundamentales y las tendencias de la rentabilidad.
4. Examine su rentabilidad
Es un gran error prestar demasiada atención a la rentabilidad a corto plazo, pero la revisión de la cartera trimestral o semestral debe incluir una rápida valoración de qué posiciones están proporcionando el mayor impulso o lastre en la rentabilidad total de la cartera. Está bien echar un vistazo a la rentabilidad generada a lo largo del año, pero céntrese más en las cifras a largo plazo – la rentabilidad de cada uno de los valores a lo largo de los últimos tres y cinco años en relación a otras ofertas dentro de la misma categoría. Tome también nota de la rentabilidad absoluta. ¿Cuál de sus posiciones ha contribuido más o menos a la rentabilidad final de la cartera? Una rentabilidad sistemáticamente inferior puede ser un indicador de que algo serio está yendo mal con una de sus posiciones. Pero asumiendo que el razonamiento para comprar ese valor o fondo sigue intacto, una serie de rentabilidades pobres puede también ser una buena oportunidad para añadir posiciones en el momento de reequilibrar la cartera.
5. Piense en su próximo movimiento
Después de que haya revisado el estado actual de su cartera, es el momento de planificar su próximo movimiento. Es poco probable que vaya a descubrir un problema en la cartera que necesite una solución inmediata, pero debe asegurarse de programar una fecha para reequilibrar su cartera. La sabiduría convencional sobre planificación financiera sostiene que el mejor momento para hacerlo es el final de año, con un ojo en agrupar las pérdidas para compensarlas con ganancias de capital de otras partes de su cartera.