Según el informe de McKinsey Global Institute "Deuda y desapalancamiento: La burbuja de crédito global y sus consecuencias económicas", el proceso de desapalancamiento suele durar unos siete años y suele producir una recesión durante los primeros años.
Por lo tanto, si la historia se repite hay una fuerte posibilidad de que el mundo desarrollado viva una fase de recesión. Teniendo en cuenta esta posibilidad una buena opción sería el PowerShares S&P 500 Low Volatility (SPLV). Los valores que constituyen este ETF son acciones de empresas con baja deuda y elevados flujos de caja que son menos sensibles a las fluctuaciones de los mercados. Si el mercado cae, este ETF también sufrirá pero en menor medida. Pero si la economía repunta, también seremos recompensados. Además los valores de baja volatilidad parecen tener una valoraciones atractivas en todo el mundo debido en parte a la preferencia de los inversores y gestores por otro tipo de valores.
Los procesos de desapalancamiento también suelen ir acompañados de un aumento de la inflación y de una depreciación de la divisa. En este escenario el oro suele comportarse bien. Nuestra apuesta sería el iShares Gold Trust (IAU). Los precios del oro han subido mucho recientemente pero sigue manteniendo sus cualidades de activo refugio. Hay que tener en cuenta que este activo muestra una elevada autocorrelación (tendencia) por lo que uno puede controlar el riesgo fijándose en la evolución de los precios.
Por último, también tiene sentido evitar aquellas economías que están en precisamente en proceso desapalancamiento. Todas las miradas apuntan evidentemente a los mercados emergentes que se encuentran en una fase de expansión y en un círculo virtuoso de crecimiento y revalorización de sus activos.
Con unos ratios de deuda / PIB relativamente bajos y masivas reservas de divisas, algunos mercados emergentes tienen años por delante antes de llegar al nivel de apalancamiento de los países desarrollados. Sin embargo, los mercados emergentes todavía tienen un alto grado de corrupción endémica y unos estándares jurídicos más bajos. Nos gusta en todo caso WisdomTree Emerging Markets Equity Income (DEM) por su enfoque hacia empresas que pagan dividendos, que creemos que de alguna forma frena las malas actuaciones de los gestores como la dilución accionarial o el apetito de construcción de imperios. Además, el efecto “value” es también más fuerte en los mercados menos eficientes.
Muchos inversores piensan que la actual recesión es idéntica a las anteriores, aunque más pronunciada. La historia nos indica que los procesos de desapalancamiento tienen su propia dinámica. Ignorarla tiene sus riesgos.