Invertir en bonos chinos no parece en principio tan sencillo. El gobierno chino tiene establecido controles de capital muy estrictos y es muy difícil para los inversores extranjeros tener acceso al mercado de bonos local así como a la divisa local.
Sin embargo, recientemente, varios proveedores de ETFs (como Market Vectors o PowerShares) han lanzado al mercado productos que invierten en bonos chinos cotizados en Hong Kong, también conocidos como los bonos “dim sum”. Estos bonos están denominados en yuanes de Hong Kong (CNH) y no en yuanes chinos (CNY). Aunque estas dos monedas estar muy relacionadas entre sí no cotizan en el mismo mercado debido a la no-convertibilidad del yuan chino y están sometidas, por lo tanto, a diferentes fuerzas de oferta y demanda. Aunque el yuan de Hong Kong suele tener una ligera prima sobre el yuan chino, durante periodos de elevada volatilidad puede llegar a cotizar con descuento al desprenderse los inversores extranjeros de sus activos en monedas extranjeras.
La demanda para estos bonos está siendo muy alta ya que a través de ellos los inversores pretenden aprovecharse de la subida del yuan. Como resultado, la rentabilidad de estos bonos ha bajado más que la de otros bonos emergentes. Pero aunque estos ETFs tienen el atractivo de la divisa (hay que insistir en todo caso que se aprovecharían de una subida de la divisa china frente al dólar estadounidense) también tienen sus puntos negativos.
No tan interesantes a nuestro juicio
En primer lugar conviene insistir en que este activo es muy estrecho y tiene poco historial. Los primeros bonos dim sum fueron lanzados hace un par de años y el volumen en circulación apenas alcanza los 30.000 millones de dólares, cantidad realmente muy baja. A modo de comparación el mercado total de bonos emergentes en divisa local suma alrededor de 6 billones de dólares, por lo que los bonos chinos representan menos del 1% de esa cantidad. Es importante recalcar la estrechez del mercado de bonos chinos teniendo en cuenta la elevada demanda que están recibiendo.
Luego existe el riesgo de que un aterrizaje fuerte de la economía china frene las expectativas de revalorización del yuan.
También hay una incertidumbre regulatoria respecto al desarrollo del mercado de yuanes de Hong Kong que podría afectar a la oferta y demanda de bonos dim sum y, por lo tanto, a su valor. Los bonos dim sum fueron efectivamente creados como parte del esfuerzo del gobierno chino de internacionalizar su divisa, pero este sigue ejerciendo un fuerte control sobre ella por lo que es difícil conseguir un equilibrio en este sentido.
Por último, pero no por ello menos importante, existe un potencial riesgo de crédito. Los ETF de bonos dim sum suelen tener una fuerte exposición a los bancos chinos sobre los que pesan serias dudas sobre la calidad de sus balances.
¿Qué hacer?
Si la opción de los ETFs de bonos chinos no es la más adecuada, ¿qué otra posibilidad tienen los inversores individuales para aprovecharse del potencial del gigante asiático? Una buena alternativa, a nuestro juicio, es comprar un ETF de bonos asiáticos en moneda local. Wisdom Tree, por ejemplo, tiene uno: el Wisdom Tree Asia Local Debt (ticker: ALD). Recientemente han incluido bonos dim sum en su cartera (hasta el 6%), pero es un producto bastante bien diversifcado en toda la región.