Hay un dicho en el argot financiero anglosajón que dice que comprar un valor que está cayendo es como intentar coger un cuchillo que está cayendo (“avoid falling knives”). Hay otra estrategia, sin embargo, que preconiza precisamente lo contrario, comprar cuando los precios han caído (“buy the dip”). ¿Cuál de estos dos dichos tiene más validez? La cuestión es más importante de lo que parece ya que muchos inversores suelen, en un momento u otro, adoptar un enfoque táctico de corto plazo cuando perciben que puede existir una oportunidad en el mercado.
Para dilucidar este dilema, hemos realizado el siguiente estudio. Hemos calculado, con diferentes tipos de activos, los resultados que hubiera obtenido un inversor que hubiera comprado en los retrocesos de los mercados. La estrategia implementada es la siguiente: al inicio de cada mes, el inversor compra el activo o lo mantiene si la rentabilidad de dicho activo en los últimos tres meses es inferior a la rentabilidad del activo sin riesgo; en caso contrario el inversor compra o mantiene el activo sin riesgo (en nuestro experimento, el activo sin riesgo son las letras del Tesoro estadounidense). El objetivo de este ejercicio es simular el comportamiento de un inversor que constantemente tiene tendencia a comprar cada vez que los mercados giran a la baja. Si la estrategia descrita funciona, entonces nuestro inversor hipotético debería obtener grandes beneficios.
Para probar estar estrategia de la manera más global posible, nuestros analistas de Morningstar en Estados Unidos han seleccionado a cinco índices representativos de las mayores clases de activos que existen (por lo menos los más asequibles para el inversor particular) y con los historiales más largos: el índice S&P 500 para la renta variable, el IA SBBI US Long Term Governement Bonds para la renta fija, el S&P Goldman Sachs Commodity Index para las materias primas, el FTSE NAREIT All REITs para el mercado inmobiliario y una cesta de las principales divisas.
Para que los resultados tengan sentido y sean comparables, había que elegir una referencia adecuada. Una manera de comprobar si una estrategia de trading tiene éxito es ver si el factor suerte puede explicar los resultados obtenidos. Para cada tipo de activo, los analistas calcularon el número de veces que el inversor mantiene el activo. Simularon un centenar de escenarios históricos diferentes en los que se seleccionó al azar los meses en los que el inversor virtual mantenía el activo en cartera, con la misma frecuencia que la estrategia de trading analizada. La rentabilidad media de todas las simulaciones realizadas ha sido el benchmark utilizado para evaluar la estrategia.
Como puede ver en la tabla adjunta la estrategia de comprar cuando los precios caen no obtuvo unos resultados significativamente positivos en los activos de renta variable, divisas, materias primas e inmobiliario. El resultado fue algo más neutral en el caso de la renta fija. Un inversor que hubiera comprado en las caídas el S&P 500 y lo hubiera vendido en las subidas hubiera conseguida una rentabilidad un 2,3% anual por debajo de nuestro benchmark.
No parece, por lo tanto, que comprar indiscriminadamente cuando los precios caen sea una estrategia ganadora a largo plazo.
Nota: artículo original publicado en www.morningstar.com