Eric Jacobson: Como usted y sus colegas han estado comentando durante años, cosa que ahora el mercado entiende mucho mejor, creo que las compras por parte de Asia están basadas en el mercantilismo o, como usted dice, en la recirculación de la moneda. Se ha hablado mucho en el último año o en los últimos dos años de qué pasaría si esto desaparece. ¿Qué pasaría si de repente tienen un mercado interno suficientemente grande como para no necesitar vendernos a nosotros?
Ha habido muy poco, al menos en la esfera pública, quizá más en el mundo institucional, entendimiento y discusión sobre el ritmo que podría tener. Me pregunto si usted tiene una visión que podría compartir sobre si está preocupado o no en relación a estos cambios en los próximos años y lo que puede significar para una menor demanda de activos en dólares.
Bill Gross: Creo que en última instancia el mercado tiene que estar preocupado por la desaparición gradual de China y de otros. En realidad, China no ha estado comprando muchos bonos del Tesoro en los últimos 12 meses, y el testigo lo han recogido Japón y otros países. Así la circunstancia que usted menciona en cuanto al crecimiento interno de China y tal vez usar el utilizar dinero para el desarrollo interno en lugar de comprar bonos del Tesoro de EE.UU., creo que es una preocupación legítima.
Los chinos deben saber que están reprimiendo artificialmente los tipos de interés y que en algún momento el billón de dólares que poseen en bonos del Tesoro es vulnerable desde el punto de vista de los precios. Y así tenemos una situación muy similar a la relajación cuantitativa de la Reserva Federal. No sólo podríamos llegar a un punto en el que los chinos no compren tanto o, incluso dejen de comprar, pero el billón de dólares que poseen puede estar a la venta al igual que la Fed podría vender sus bonos del Tesoro durante los próximos años .
Por lo tanto hemos estado en una especie de momento dulce en términos de demanda por parte de los bancos centrales tanto extranjeros como domésticos, los cuales han comenzado a expresar la falta de entusiasmo de cara al futuro. Y eso podría significar mayores tasas de interés reales y mayores tasas de interés nominales dependiendo de las perspectivas de inflación, que a su vez se están moviendo al alza.
Jacobson: Así que en términos del timing de las compras de este tipo de activos por parte de China y de fuera de Estados Unidos, ¿cuánto de ese riesgo es parte importante de su visión actual, de su posicionamiento actual y cómo afecta a lo que está haciendo hoy en día y al seguimiento para los próximos años?
Gross: Creo que es una situación que hay que vigilar. Quiero decir que no sabemos lo que harán los Chinos y raras veces comentan sus intenciones. De cara al futuro sólo tenemos una presunción de que en los próximos tres a cinco años la situación continuará yendo a peor. Pero no es un factor actual determinante.
Lo que es realmente determinante, Eric, es el hecho de que en muchos casos - empezando con los fondos federales en 25 puntos básicos – los inversores en bonos, depositantes y ahorradores no están siendo remunerados comparando con la media histórica. Quiero decir que históricamente, en los últimos cien años, un ahorrador en Estados Unidos y en el Reino Unido, básicamente en los mercados desarrollados, ha sido capaz de ganar al menos un 1% respecto a la inflación colocando su dinero en el banco. Es decir, ha tenido un incentivo para ahorrar al recibir algo más que la inflación.
Hoy en día, evidentemente, con los fondos del mercado monetario rentando 25 puntos básicos o menos – y como he dicho los fondos federales al mismo nivel y con una inflación al 2 o 2,5 y moviéndose al alza – los ahorradores están siendo robados en un 2% y, en algunos casos, en un 3%. Se trata, por lo tanto, de un cambio importante, y uno puede partir de ese punto de valoración y moverse a los bonos a 2 años y a los bonos a cinco años y es un poco más complicado porque por supuesto los tipos son más altos pero el riesgo es también mayor.
En cualquier caso la valoración de las inversiones sin riesgo y de pura duración como los bonos del Tesoro está en unos niveles históricamente bajos. Por eso PIMCO ha elegido no jugar ese juego y de destinar el dinero a países como Canadá o México, para citar algunos ejemplos de Norteamérica, o Alemania o Brasil.
En todos estos casos se trata de países como balances más saneados y menores déficits que los Estados Unidos y mayores tipos de interés. Así, en un mercado globalizado de este tipo y sin ponernos negativos hacia el crédito de Estados Unidos - los Estados Unidos tienen rating de crédito AAA, no incumplirán, eso es impensable - hay simplemente alternativas soberanas más atractivas, con mejores balances y rendimientos más altos. Por lo tanto, movemos el dinero allí en lugar de mantenerlo aquí.