Japón recompensa la inversión de valor
Históricamente en Japón se ha recompensado la inversión de valor y lo mismo ocurre tras un shock externo. La magnitud de la devastación y tragedia del terremoto y maremoto de la costa Noreste de Tohoku y la incertidumbre sobre su coste hacía muy probable una huida hacia la seguridad. En esas ocasiones el mercado se vuelve ineficiente, hasta el punto de haberse registrado en Japón la mayor caída en dos días desde 1987, excesivo respecto a determinadas acciones. De hecho la venta indiscriminada y búsqueda desesperada de liquidez ha afectado especialmente a las pequeñas acciones -menos líquidas- y el índice TSE Mothers, normalmente con inversores individuales, ha llegado a caer 17,2 por ciento en un solo día.
Es el caso de Foster Electric, que fabrica auriculares para Apple, Nokia y otros fabricantes de reproductores MP3 y teléfonos inteligentes. Tiene todas sus instalaciones productivas fuera de Japón y ninguna filial en zonas afectadas, pero ha llegado a caer 30 por ciento. Por su parte Pharmaciez tiene 444 tiendas y ha llegado a cerrar diez, dos en la zona de exclusión de Fukushima, pero ocho en próxima re-apertura. Aun así ha llegado a caer 22 por ciento.
Además el fuerte aumento en los precios de los bonos del gobierno japonés es también sintomático de la huida hacia la seguridad. De manera que resulta clave centrarse en acciones de valor con balances equilibrados. En la medida en que las instalaciones de producción sigan básicamente intactas y por lo tanto, su generación de flujo de caja a largo plazo, el caso de valor en acciones japonés será incluso más fuerte.
Los efectos pueden ser más leves y cortos que en 1995
De hecho las acciones japonesas ya estaban infravaloradas, especialmente las pequeñas. En cualquier caso durante el terremoto de Kobe de 1995 había problemas adicionales, como la disputa comercial entre Japón y EEUU y recesión en este último país y las acciones se recuperaron en el año. Actualmente los efectos pueden ser más leves y cortos.
Dada la naturaleza escasamente industrializada de la zona afectada, en comparación con el terremoto de Kobe de 1995, pocas empresas han sufrido un impacto significativo directo. Por otra parte la región contiene gran número de empresas de componentes y placas de circuitos impresos, pero las tasas de utilización de capacidad son bajas y podrán trasladar la producción sin demasiadas dificultades. Puede haber impacto en las cadenas de suministro global de electrónica donde Japón desempeña un papel clave, pues la escasez puede conducir a interrupción de suministro para productos industriales y de consumo. Es el caso de la filial de Shin-Etsu Chemical (Pictet AM no tiene posiciones) que cuenta con alrededor del 15 por ciento de la capacidad de producción mundial de oblea de silicio de 300 mm, lo que puede permitir aumentos de precio de su competidor Sumco (Pictet AM no tiene posiciones).
Estímulo fiscal de envergadura
La afectación de infraestructuras puede pesar en la actividad económica algún tiempo, aunque el tamaño final del programa de reconstrucción puede ser inmenso, con reemplazo y expansión anormal de la inversión residencial, de capital y pública, normalmente dos a tres trimestres tras el desastre. Un mes tras el terremoto de Kobe el Gobierno anunció un gasto adicional de tres billones de Yenes y anticipamos que algo similar se anuncie las próximas semanas. Además es poco probable que el partido LDP intente ahora bloquear la aprobación del próximo presupuesto o un voto de censura contra el primer Ministro Kan. Tras Kobe el impacto de la inversión pública fue aproximadamente 1,7 por ciento del PIB durante cuatro trimestres siguientes -a pesar de la apreciación del Yen de 19 por ciento frente al dólar y 25 por ciento contra el marco alemán-. Entonces el TOPIX cayó más de 20 por ciento y en diciembre ya se había recuperado.
También puede ser estimulante el efecto monetario. El Banco de Japón ha inyectado una cantidad récord de efectivo en dos días y anunciado el doble de compra de activos -hasta diez billones de yenes-. Además un movimiento coordinado es probable cuando el Gobierno anuncie su programa de reconstrucción, de manera que la política monetaria será estimulante los próximos trimestres.
El Yen puede moderase
Mientras el Yen se ha fortalecido considerablemente, aunque puede moderase después de que el Banco de Japón anunciara liquidez masiva. Muchos esperan una elevada repatriación de fondos de las compañías de seguros, lo que puede exacerbar los efectos típicos del fin del ejercicio fiscal, cuando el sector de exportación repatria. En 1995 el Yen se fortaleció un 20 por ciento tras el terremoto, pero hubo otros factores como el hundimiento de Barings, tensiones comerciales con EEUU y recesión en este último país tras haber subido tipos 1,5 por ciento en 1994. Pero actualmente ya se ha producido repatriación de activos del extranjero, tras la crisis financiera de 2008 y las medidas fiscales y monetarias pueden crear inflación y reducir la prima real existente en esta divisa. Mientras otros bancos centrales están considerando eliminar los estímulos monetarios excepcionales desde el colapso de Lehmans.
Problemas más graves con los reactores nucleares de Fukushima
En el sector de servicios públicos nuestros fondos ya tenían peso cero, dadas las valoraciones relativamente altas.
Los problemas con los reactores nucleares de Fukushima son probablemente más graves. Las plantas Daiichi y Daini cuentan con diez reactores-de los más antiguos de Japón- y cuatro parecen afectados. Ha habido radiación por ventilación deliberada de gas de hidrógeno, explosión y fuego, pero la contaminación es mínima. La radiactividad en Tokio ha llegado a 0,8 μSv (micro-Sievert) pero en cuatro horas disminuyó a 0,04 μSv y una radiografía de tórax genera 20μSv. Además no hay signo de reactores irreparables en Fukushima II -los más recientemente construidos- y los dos más jóvenes en Fukushima parecen intactos, aunque es muy probable que ninguno se active durante bastante tiempo, pues es necesario el acuerdo de la población local.
Fukushima representa aproximadamente la mitad de la capacidad nuclear de la compañía japonesa TEPCO y 16 por ciento del total de generación. Otras plantas nucleares en paro incluyen Tohoku Electric Powers Onagawa y Atomic Power Cos Tokai, casi el 20 por ciento del total de Japón. Las comarcas a que TEPCO suministra representan 41 por ciento del PIB y están recibiendo 20-25 por ciento menos energía de la que demandan. TEPCO puede traerla de Tohoku, pero ésta sufre daños en su red. Mientras la capacidad disponible de Hokkaido y Chubu es limitada. Así que TEPCO ha anunciado paros sucesivos de alimentación de tres horas en algunas zonas metropolitanas de Tokio y ocho comarcas circundantes. Por otra parte TEPCO tiene 3,3 GW de capacidad adicional y puede aumentarla en otras plantas. También cuenta con 3,5 GW de capacidad mediante gasoil, que puede aplicar en un par de meses. El impacto, algo pesimista, puede ser alrededor de cinco billones de Yenes, uno por ciento del PIB, hasta finales de abril.
Efectos negativos sobre el uranio
Mientras las acciones de energía del carbón en Asia han estado subiendo a la espera de mayor utilización en Japón de carbón térmico para sustituir la capacidad nuclear, Alemania ha cesado la producción en antiguas instalaciones nucleares y proyectos nucleares en Inglaterra y EEUU se están poniendo en duda, con efectos negativos sobre las acciones correspondientes.
Aunque el precio del uranio y sus productores se han visto afectados y el impacto a corto plazo sobre las materias primas sea negativo debido a cierres temporales o pérdida de producción, a medio plazo es probable que la producción se recupere con la reconstrucción. Por otra parte la propiedad dañada en Japón es en gran medida de madera cuyos precios pueden aumentar. Algunas fábricas de papel han detenido la producción, pero parece temporal.
El impacto sobre los fabricantes de automóviles ha sido grave, con cierre de la mayoría de las plantas y fabricantes de equipos, que suministran a empresas japonesas en el extranjero, pero tiene un efecto limitado en fabricantes europeos con participaciones en fabricantes japoneses.
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