Para aquellos inversores interesados en invertir en bolsas de mercados emergentes, en Morningstar, solemos recomendar que lo hagan preferentemente a través de un fondo de renta variable diversificado a nivel de regiones. De esta manera se reduce el riesgo global de la cartera y se deja en manos del propio gestor la elección de las mejores regiones y de los mejores países. Pero para aquellos partícipes más sofisticados que quieran realizar una apuesta puntual sobre una región emergente específica, Asia es sin duda una de las regiones más atractivas.
Son muchos los argumentos que ponen los analistas sobre la mesa para recomendar la inversión en la región asiática. El primero de estos argumentos está relacionado con el crecimiento económico futuro. Si nos atenemos a las previsiones realizadas por el Fondo Monetario Internacional para este año y para el próximo está claro que la recuperación económica vendrá de la mano de los países asiáticos (la región crecerá más del doble que Latinoamérica y casi el triple de Europa del Este). Aunque no conviene establecer una relación directa y estrecha entre crecimiento económico y comportamiento bursátil, es claramente un factor que puede jugar a favor de los mercados de la región.
En segundo lugar, el factor demográfico es también un argumento que suelen esgrimir los analistas para dar preferencia a Asia sobre cualquier otra región emergente. El potencial de revalorización de Asia, comparado con las otras regiones emergentes también llama la atención. Si examinamos las rentabilidades a largo plazo obtenidas por las tres grandes regiones emergentes podemos apreciar que Asia se ha quedado algo retrasada respecto a los dos otras regiones. Así, desde Junio de 2000 hasta junio del 2010, el índice MSCI AC Asia Pacific ex Japan (es decir el índice de mercados asiáticos excluyendo a Japón) ha conseguido una rentabilidad en torno al 70% (medida en euros), prácticamente la mitad que la conseguida por el índice de mercados de Europa del Este (MSCI EM Eastern Europe) y más de cuatro veces menos que la ganancia lograda por el índice latinoamericano (MSCI EM Latin America).
Además, la propia diversificación que ofrece Asia en su conjunto es también un factor a su favor. De hecho en Morningstar existen varias categorías de fondos de acciones asiáticas (sin contar con las categorías relativas a países específicos como China o India): la de Renta Variable Asia excluyendo a Japón (la mayoría de los fondos de esta categoría invierten en países exportadores como Hong Kong, Singapur, Taiwán y Corea), la de Renta Variable incluyendo a Japón (en esta categoría encontramos a fondos que también tienen exposición a Australia y Nueva Zelanda) o la categoría más genérica de RV Asia. Por último, también conviene mencionar el hecho de que los mercados asiáticos han sido en estos últimos años mucho menos volátiles que los de Latinoamérica o de Europa del Este e, incluso (y esto es lo destacable) que los fondos emergentes globales.
Fidelity Asian Special Situations:
Estrategia: Fondo con un experimentado equipo gestor y que invierte según “temáticas” sin un estilo definido en cuanto a la capitalización de las compañías en cartera. El fondo invierte en Asia-Pacífico excepto Japón.
Selección de valores: El gestor busca compañías con sólidos y crecientes flujos de caja, dividendos sostenibles, equipos directivos de calidad que miren por el interés de los accionistas y que se encuentren en industrias con altas barreras de entrada.
Construcción de cartera: Se trata de un fondo basado en convicción en el que no se sigue ningún benchmark a la hora de construir la cartera, que normalmente cuenta con 150-200 nombres.
Gestión del riesgo: La cartera está diversificada y cuenta con un gran número de pequeñas posiciones. La volatilidad del fondo se sitúa ligeramente por encima de la de la media de la categoría, no obstante la rentabilidad del fondo hasta hoy ha recompensado este riesgo adicional.
Aberdeen Global Asia Pacific Equity:
Estrategia: Fondo denominado en dólares que busca obtener rentabilidades a largo plazo a través de compañías cuyos beneficios dependen de los países de Asia-Pacíficio ex Japón.
Selección de valores: Buscan compañías de calidad desde un enfoque Bottom-up. Evalúan esta calidad a través del análisis de balances, transparencia de los ingresos y compromiso con el accionista, e incluirán aquellas compañías con ratios más atractivos.
Construcción de cartera: No siguen ningún índice a la hora de construir la cartera y normalmente tampoco seguirán el “momentum” de mercado. Debido al enfoque largoplacista del fondo, la rotación en la cartera será reducida
Gestión del riesgo: Fondo con menor volatilidad que su categoría Morningstar, en parte debido su cartera está invertida mayoritariamente en los mercados más desarrollados de la zona (Singapur y Hong Kong), que conllevan un riesgo menor.
Estrategia: Fondo de la categoría Asia-Pacífico ex Japón que a diferencia de otros fondos cuenta con analistas en cada zona geográfica del mapa invertible.
Selección de valores: El gestor cuenta con analistas “locales” en cada zona geográfica y visitan todas las compañías de la cartera, analizando el crecimiento potencial de cada valor.
Construcción de cartera: Los analistas presentan las compañías al gestor, que será el que tome la decisión final. El gestor también consulta un informe Macro de cada zona valorando factores como divisa local a la hora de incluir la compañía. La cartera cuenta con 50-70 compañías.
Gestión del riesgo: Cerca de la mitad del fondo está invertido en sólo dos sectores (Telecomunicaciones y Servicios Financieros) lo que incrementa el riesgo-sector. No obstante, el enfoque a largo plazo de las inversiones ayuda a mantener la volatilidad ligeramente por debajo de la media de su categoría.
Schroder ISF Asian Equity Yield:
Estrategia: Fondo Asia-Pacífico ex Japón que a diferencia de muchos competidores de su categoría centra su enfoque en los dividendos y generación de ingresos de las compañías en cartera.
Selección de valores: El proceso comienza eliminando aquellas compañías con predicciones de dividendo menores que las de la media a 12 meses. En la segunda fase eliminan aquellas compañías con ingresos difícilmente predecibles y volátiles, limitando así los riesgos en la cartera.
Construcción de cartera: El equipo crea una cartera equilibrada clasificando cada compañía en tres clases: Dividendo Estable, Dividendo Creciente (generado por el aumento de ingresos de la compañía) y Sorpresas de Dividendo (aumento del dividendo). La cartera cuenta normalmente con 50-80 compañías.
Gestión del riesgo: Aunque no tienen límites en cuanto a región o sector, limitan la exposición a países de mayor riesgo como Tailandia. El proceso, que enfatiza la generación de ingresos de cada compañía resulta en un ratio de captura bajista y una volatilidad a 3 años menor que la media de su categoría.
Estrategia: Fondo de la categoría Asia Pacífico incluyendo Japón, y que invierte en 50 compañías prestando especial atención al historial de beneficios, posicionamiento de mercado y situación financiera de cada una de ellas.
Selección de valores: El proceso de inversión combina un proceso Top-down a nivel país (Crecimiento del PIB, inflación…) y a nivel sector (tendencia de producción, beneficio y costes, innovación…), con un análisis de la compañía en el que las visitas a los equipos directivos son importantes.
Construcción de cartera: El proceso del gestor es temático y largoplacista, no prestando especial atención al índice de referencia o categoría a la hora de construir su cartera. Esto hará que los sectores y regiones en los que invierte el fondo puedan desviarse sustancialmente con respecto a categoría e índice.
Gestión del Riesgo: La cartera está concentrada en 50 nombres, luego la volatilidad del fondo (medida por la desviación típica) a 3, 5 y 10 años es mayor que la media de la categoría.
Estrategia: El fondo pertenece a la categoría RV China, luego sólo podrá invertir en esta región emergente. Por este motivo, y debido a los riesgos inherentes, es recomendable utilizar el fondo para ocupar una pequeña posición en una cartera diversificada.
Selección de valores: El proceso de inversión sigue un enfoque Bottom-up en el que se evalúa el potencial de crecimiento, historial y valoración de cada compañía. El gestor también presta especial atención al papel del equipo directivo de cada título en cartera.
Construcción de cartera: La gestión del fondo es muy activa, luego el mismo cuenta con un gran número de compañías diferentes de las del índice de referencia. La cartera es compacta, con 20-50 compañías aproximadamente.
Gestión del riesgo: Se trata de un fondo que invierte en un solo país, luego el riesgo que conlleva puede ser mayor que fondos con un universo invertible mayor a nivel geográfico. No obstante el Riesgo Morningstar del fondo se encuentra por debajo de la media a 3 y 5 años.