¿Cubrir o no cubrir el riesgo dólar en sus fondos?

La reciente subida del euro frente al dólar estadounidense ha hecho replantearse a muchos inversores si merece la pena asumir el riesgo de divisa con sus fondos y ETFs.

Fernando Luque 13/03/2025
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Image of up and down arrows and currency symbols.

El año pasado, el índice S&P 500 subió un 23,3%, pero un inversor español que hubiera invertido en un producto referenciado a este índice hubiera ganado mucho más, un 31,5%. ¿Por qué? Por el efecto divisa. El año pasado, en efecto, el billete verde se apreció en torno a un 8% frente al euro, una rentabilidad nada despreciable.

Pero en lo que va de año, el euro se ha apreciado frente al dólar estadounidense en cerca de un 4%, sobre todo después de que Alemania haya eliminado hace pocos días el freno a su deuda para incrementar el gasto militar y haya anunciado un plan de aumento del gasto en infraestructuras que podría sacar al país de la recesión. La consecuencia es un aumento de la rentabilidad de los bonos a largo plazo en Alemania y Europa que hace que esa deuda sea más atractiva, fortaleciendo al euro frente a otras divisas, en particular al dólar estadounidense.

Si el año pasado el efecto de la divisa jugó a favor de los inversores invertidos en dólares, estos mismos inversores se han perjudicados por la apreciación de la moneda única europea frente al billete verde.

Cubrir el riesgo de divisa

Ahora bien, ese riesgo de divisa se puede contrarrestar invirtiendo en clases de fondos que tienen cubierto ese riesgo. La decisión de cubrir ese riesgo divisa tiene, por supuesto, sus ventajas, pero también presenta algunos inconvenientes importantes.

Ventajas de la cobertura

Una de las grandes ventajas de las estrategias de cobertura de divisa es evidentemente el hecho de que el fondo consigue, de esta manera, evitar las pérdidas que pueden ocasionar las fluctuaciones de una determinada divisa respecto al euro.

Pero no es la única. Otra ventaja de los fondos cubiertos contra el riesgo de la divisa es su menor volatilidad. Eso es especialmente cierto en el caso de los fondos o ETFs de renta fija, pero no tanto en el caso de los fondos o ETFs de renta variable.

Por ejemplo, si comparamos la volatilidad de una clase cubierta con la de una clase no cubierta de un mismo fondo (vea tabla) podemos ver que si bien es cierto que a un año la volatilidad de la clase cubierta es inferior a la de la clase no cubierta (o “hedged”, de ahí la letra “H” en el nombre), en periodos más largos (tres y cinco años) se da la circunstancia inversa.

Inconvenientes de la cobertura

Lo que sí muestra la tabla anterior es que el coste del fondo cubierto suele ser mayor que el coste del fondo no cubierto, aunque dependerá de la gestora y del fondo. La cobertura de la divisa no es gratis. Para cubrir el riesgo de divisa, los fondos suelen emplear instrumentos financieros como opciones o futuros sobre divisas. El coste principal proviene de la diferencia entre los tipos de interés de las dos divisas involucradas (por ejemplo, euro y dólar). Si los tipos de interés en la eurozona son más bajos que en Estados Unidos, como es el caso actualmente, cubrir el dólar frente al euro tiene un coste para el fondo, ya que se paga una prima por esta diferencia.

Otro inconveniente de las estrategias de cobertura se sitúa en la pérdida de un cierto grado de diversificación para el inversor. En efecto, el que invierte parte de su cartera fuera de la zona euro, no sólo espera obtener una diversificación por regiones, sectores o estilos de inversión, sino también por divisas.

¿Cubrir o no cubrir el riesgo de divisa?

Morningstar suele recomendar evaluar el riesgo de divisa en función del tipo de activo y del horizonte temporal del inversor. Para las inversiones en renta variable la cobertura del riesgo de divisa no es esencial en carteras diversificadas construidas para un horizonte de inversión de largo plazo ya que las oscilaciones cambiarias tienden a equilibrarse con el tiempo y que cubrir sistemáticamente puede ser costoso.

En el caso de la renta fija, sin embargo, el consejo es distinto ya que se supone que la parte de renta fija es la que tiene que dar estabilidad al conjunto de la cartera. Lo más recomendable es cubrir ese riesgo ya que los bonos suelen tener menor volatilidad que las divisas y una depreciación de la moneda en la que está denominado el bono puede generar grandes pérdidas en términos de la moneda base del inversor.


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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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