Un “new deal” para los emergentes

Petróleo, inversiones extranjeras y legitimación popular son las nuevas fuerzas de las economías en vía de desarrollo. Según John Cleary, gestor del Amex Global Emerging Markets Liquidity, los fundamentales de muchos países emergentes están en los niveles más altos de los últimos quince años.

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¿Cuál es la situación actual de la deuda de los países emergentes?

Los fundamentales económicos de los países emergentes se encuentran en el mejor nivel de estos últimos quince años. Y eso por una serie de motivos: el elevado precio del crudo ya que la mayor parte de los países emergentes son exportadores netos; el abandono de las tasas de cambios fijos con el dólar, lo que evita las crisis de la deuda; el reforzamiento de las democracias que asegura una mayor estabilidad política; y la inversión de los países extranjeros que han decidido deslocalizar su producción en estos mercados. Todas estas son razones que justifican los enormes progresos que han realizado estas economías.

¿Qué factor, de los que acaba de mencionar, ha tenido la mayor influencia en el crecimiento de los países emergentes?

Además del aumento del precio del petróleo, la búsqueda de nuevos mercados por parte de las grandes empresas occidentales y la necesidad de trasladar parte de la producción fuera de los confines nacionales para aprovechar una mano de obra más barata también han dado un fuerte impulso a las economías emergentes y ha traído importantes cantidades de capital a esta zona.

La falta de competencia, unida a las ayudas de los gobiernos locales, ha sido el motivo por el que estas sociedades han hecho fortunas, pero también ha sido un proceso que ha contribuido al éxito y a la estabilidad del sistema interno.

¿Cómo se han traducido estas mejoras en el sentimiento de los inversores internacionales?

En primer lugar, en una rebaja de los diferenciales de rendimiento con los títulos del tesoro, que han pasado de 15 puntos básicos a menos de la mitad. Pienso que las grandes crisis del pasado han servido para reconstruir el futuro y la credibilidad de muchos países. Basta pensar en la Rusia de hoy en día, renacida de las ruinas tras la gran crisis que padeció hace unos años. En ese camino se encuentra ahora Argentina, que tras el “default” tiene la posibilidad de recuperar su crédito en la escena internacional.

¿Dónde están ahora mismo las mejores oportunidades?

Seguimos muy centrados en los países exportadores de petróleo, como Venezuela, Rusia y México ya que con un aumento del precio del crudo, supondrá un amplio margen de beneficio para estos países, para los que el precio de producción ronda los 19 dólares por barril.

Chile es interesante por el cobre, cuyo principal consumidor es la China. Europa del Este sigue siendo atractivo desde el punto de vista de las valoraciones y permiten ganar un poquito en cuanto a diferenciales de rendimientos. Nos mantenemos, sin embargo, infravalorados en Asia y Brasil, en este último caso debido a su estrecha relación con Argentina.

¿Por qué no le convence Argentina?

Nuestra metodología es muy rigurosa y adoptamos un sistema de “stop-loss” que nos obliga a salirnos de una posición cuando esta se hace demasiado crítica. Por este motivo, nunca hemos sufrido un caso de default.

En un mercado muy volátil por naturaleza, nuestra tarea es reconocer el riesgo y gestionarlo. Hasta que no veamos señales más claras en Argentina, no invertiremos en el país. Pero, en general, pienso que el momento es óptimo para invertir en deuda emergente, aunque la incertidumbre internacional mantendrá la volatilidad en niveles elevados.
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Sobre el Autor

Maria Grazia Briganti  She has been editor & analyst of Morningstar Italy                                                             

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