Creo que trabajar con Jean-Marie ha sido un verdadero placer para todo el equipo de gestión. Nos ha aportado muchísimo a cada uno de nosotros y le estamos reconocidos.
En lo que respecta a la gestión del fondo, seguimos manteniendo la misma filosofía. Empecé a trabajar con Jean-Marie Eveillard en 1987 y en el fondo Socgen International Sicav en 1996. El enfoque de gestión, tanto de este fondo en concreto como del conjunto de fondos que hemos gestionado, siemp
re ha permanecido el mismo. Tenemos un enfoque claramente oportunista que nos permite invertir en cualquier tipo de activo cotizado en bolsa, y eso en cualquier lugar del mundo. Nuestra gestión es de tipo valor, lo que significa que nos gusta comprar activos baratos.
Sobre todo, nuestro enfoque es de rentabilidad absoluta, es decir, no nos comparamos contra un determinado índice de referencia. Nuestro objetivo es intentar ganar dinero independientemente de la fase del mercado en la que nos encontremos. Pero, contrariamente a los fondos hedge que buscan inversiones descorrelacionadas, hay una serie de herramientas que no utilizamos, como por ejemplo las ventas a descubierto. Por último, lo que no cambia es que nosotros invertimos una parte de nuestros propios ahorros en los fondos que gestionamos.
El fondo está cerrado a nuevos inversores desde el año pasado. ¿Es ese el precio del éxito?
Sí. Con un volumen gestionado de más de 1.400 millones de dólares, el fondo ha conseguido un tamaño tal que, teniendo en cuenta el tipo de gestión que hemos adoptado, no deseamos por el momento recibir más suscriptores nuevos. El fondo invierte en valores de mediana capitalización, poco analizadas o poco conocidas y sobre las cuales no es posible realizar unas apuestas muy fuertes.
Pero lo interesante de los mercados es que la diferencia entre las pequeñas y las grandes capitalizaciones se ha reducido en estos últimos años. En estados Unidos, podemos incluso decir que los pequeños valores están caros respecto a los grandes. Esta situación nos ha permitido incluir en la cartera grandes compañías, pero siempre permaneciendo fieles a nuestra filosofía “value”.
Vivimos la misma situación con nuestro fondo First Eagle Global. Su volumen es de 14.000 millones de dólares y hemos interrumpido las aportaciones. Este fondo era al principio el modelo del Socgen International Sicav, pero con este último nos permitimos invertir en capitalizaciones más pequeñas.
¿Cuál es hoy en día su distribución geográfica ? ¿Piensa usted que hay que jugar la carta de los emergentes?
Respecto a los mercados emergentes, se trata de una clase de activos a la que no estamos muy expuestos. Damos preferencia a los mercados maduros que ofrecen una buena visibilidad.
Actualmente, entre las posiciones más importantes, tenemos a Europa que representa en torno a un 35% de nuestra cartera. Tenemos un 8% en obligaciones, mitad de las cuales están en dólares. También tenemos una fuerte exposición a Japón, país que representa el 15% de nuestros activos.
En cuanto a las acciones estadounidenses, sólo cuentan por el 13% de la cartera del fondo, comparado con un 50% para el índice MSCI World. Pensamos que hay que tener unas expectativas modestas respecto a los mercados americanos. A nuestro juicio están caros y ofrecen por el momento pocas oportunidades. Esto es, por otra parte, una verdadera limitación para los inversores americanos y, de hecho, nuestro fondo First Eagle US Value tiene en torno a un 38% en liquidez.
El Socgen International Sicav también tiene un peso relativamente importante en liquidez…
Actualmente, la liquidez alcanza el 13%. Pero no es un problema. Nos pagan para invertir en las mejores oportunidades, no para invertir a cualquier precio. En realidad, si hemos cerrado varios fondos es precisamente debido al gran interés de los inversores americanos que, con la bajada del dólar, se han volcado hacia los fondos invertidos en el extranjero.