Generalmente, los partícipes suelen fijarse en las rentabilidades acumuladas a corto plazo y, especialmente, en los rankings de rentabilidades desde principio de año. En nuestra web, los inversores pueden, por supuesto, consultar las ganancias o las pérdidas obtenidas en sus fondos desde enero del 2004, pero también les ofrecemos la posibilidad de examinar rentabilidades en muchos otros periodos temporales, tanto a corto plazo (un mes, tres meses, seis meses, desde principio de año o un año) como a largo plazo (tres años o cinco años).
Las rentabilidades a largo plazo son esp
ecialmente importantes para juzgar la consistencia de un determinado fondo en la obtención de resultados. Pero también hay que decir que si los particulares suelen prestar especial atención a las rentabilidades a muy corto plazo, los profesionales también tienen la mala costumbre de centrarse excesivamente en las rentabilidades de los tres últimos años.
La razón, probablemente, se debe a que, como norma general, las agencias de calificación, como Morningstar, otorgan estrellas únicamente a los fondos que tengan al menos tres años de antigüedad. Sin embargo, el inversor observador puede sacar mucha información de las rentabilidades a largo plazo obtenidas en periodos distintos, como, por ejemplo, cinco años. En el caso de los fondos de renta variable, el tomar en consideración los últimos cinco años, supone analizar el fondo tanto en un periodo marcadamente bajista (años 2000 y 2001) como en uno claramente alcista (años 2002 y 2003). Esa perspectiva la perderíamos en parte si analizáramos únicamente las rentabilidades a tres años.
Hay fondos, en efecto, que, por algún motivo, se han comportado relativamente bien en los últimos tres años, pero que muestran un comportamiento decepcionante si analizamos el conjunto de los últimos cinco años. Un buen ejemplo podría ser el Janus All Cap Growth (pinche aquí para acceder a la ficha del fondo).
Este fondo de renta variable norteamericana de gran capitalización acumula una pérdida en los últimos tres años (a principios de septiembre) del 31%, un resultado ligeramente inferior a la media de su categoría (-29%). Pero a cinco años, la rentabilidad se sitúa muy por debajo del resto de sus competidores (-40% frente a -28%). En este caso, seguramente, hay que buscar la explicación en el estilo de inversión. En efecto, este fondo, como deja entender su nombre, está claramente orientado hacia valores de crecimiento y ha sido uno de los que más han sufrido tras el pinchazo de la burbuja tecnológica a principios del 2000. De ahí el pésimo resultado a cinco años.
También podemos encontrar el caso opuesto de un fondo que no destaca especialmente en cuanto a su rentabilidad a tres años, pero que, a cinco años, obtiene una resultado muy por encima de sus competidores. Es lo que le ocurre al ING (L) Invest European New Offerings (pinche aquí para acceder a la ficha del fondo), un fondo especializado en compañías que salen a bolsa y que presenta un rating de apenas una estrella. El parón en el mercado de OPV (Ofertas Públicas de Ventas), que vivió un momento especialmente dulce a finales de los años 90 y principios del 2000, explica, sin duda, los resultados del fondo.
Por eso, en Estados Unidos, Morningstar calcula no sólo un rating a tres años sino también (aplicando la misma metodología) uno a cinco años y otro a diez años, lo que da una idea mucho más completa del patrón de comportamiento del fondo. En Europa, seguramente, llegaremos a ese nivel pero, por el momento, la industria de fondos no tiene tanta antigüedad como en Estados Unidos. Por ejemplo, de los más de 400 fondos de renta variable global distribuidos en España, unos 300 tienen al menos tres años de historia, apenas 180 han cumplido al menos cinco años de antigüedad y tan sólo 41 pueden presumir de tener una rentabilidad a 10 años.
Rentabilidad anualizada
Pero la rentabilidad acumulada tiene el defecto de que el partícipe, muchas veces, no la percibe correctamente. Por ejemplo, si preguntamos a un inversor particular si una rentabilidad del 200% obtenida en cinco años le parece mucho o es poco, probablemente no sabría responder al instante. Si, por el contrario, hacemos la misma pregunta pero indicándole una rentabilidad anualizada del 25% a cinco años, entonces sí que nos contestaría que se trata de una rentabilidad francamente alta. Pues bien, hablar de una rentabilidad acumulada del 200% en cinco años o de una rentabilidad anualizada del 25% en ese mismo periodo (vea fórmula al final del artículo), es hablar de la misma cantidad. Pero ésta última rentabilidad tiene la ventaja de ser más entendible por parte del inversor.
Hay otra ventaja de las rentabilidades anualizadas respecto a las rentabilidades acumuladas y es que es mucho más fácil comparar las rentabilidades entre varios fondos utilizando datos anualizados que acumulados. Por ejemplo, si le pregunto: entre un fondo que ha acumulado una rentabilidad del 350% en 15 años y otro que ha acumulado una ganancia del 500% en 20 años, ¿cuál le parece que ha dado más rentabilidad a sus partícipes?. A bote pronto, la respuesta no es evidente. Pero, si le pregunto: ¿qué fondo ha ofrecido la mayor rentabilidad, uno con una rentabilidad anualizada del 10,5% (correspondiente a un 350% en 15 años) o uno con una rentabilidad anualizada del 9,4% (correspondiente a un 500% en 20 años)?, la respuesta es inmediata.
En cada una de nuestras fichas de fondos, en la pestaña denominada “Rentabilidad” el inversor podrá encontrar tanto la rentabilidad anualizada a 3 años, como la rentabilidad anualizada a 5 años.
Fórmula
La rentabilidad anualizada es, en realidad, la rentabilidad que hubiera conseguido el fondo año tras año en el periodo considerado. Para pasar de una rentabilidad acumulada a una rentabilidad anualizada, hay que utilizar la fórmula siguiente:
[ ( 1 + Rentabilidad acumulada ) ^ (1/periodo en años) ] – 1
Así si en la fórmula remplazamos “Rentabilidad acumulada” por 200% o 2 y “periodo en años” por 5, obtendríamos:
[ ( 1 + 2 ) ^( 1/5 ) ] – 1 = 0,246 o lo que es lo mismo un 24,6% de rentabilidad anualizada.
Nota: En principio, se puede anualizar cualquier rentabilidad acumulada en cualquier periodo temporal aunque no tiene sentido hacerlo para rentabilidades de menos de un año.