El mercado europeo de fondos cotizados y materias primas cotizadas reunió 27.300 millones de euros en octubre de 2024, el mejor resultado mensual jamás registrado. Con ello, las entradas netas totales desde principios de año ascendieron a 188.300 millones de euros: casi 30.000 millones más que el récord histórico anual establecido en 2021.
Con dos meses aún por delante, 2024 está llamado a ser un nuevo año récord para el sector europeo de los ETF.
Los activos gestionados crecieron un 24% entre diciembre de 2023 y octubre de 2024, para superar por primera vez la barrera de los 2 billones de euros. El grueso de los activos -1,44 billones de euros, cerca del 71%- sigue invertido en estrategias de renta variable. Los activos en ETF de renta fija cerraron octubre en 431.000 millones de euros, el 21,1% del total.
El camino a Wall Street es pasivo
¿Qué impulsa esta tendencia? “Varios factores, entre ellos la continua preferencia por soluciones de bajo coste y la creciente popularidad del envoltorio ETF como vehículo de elección para los inversores pasivos”, explica José García Zárate, director asociado de Estrategias Pasivas de Morningstar. “Pero también es importante destacar que 2024 ha sido un año en el que los inversores han colocado la mayor parte de su dinero en productos de renta variable con un fuerte sesgo estadounidense, donde los fondos pasivos se han convertido en la opción por defecto”, continúa.
De hecho, la renta variable estadounidense ha sido el principal foco de atención en 2024. Alrededor de dos tercios de todos los flujos de entrada en ETFs de renta variable en Europa este año han ido a parar a ETFs de renta variable estadounidense o ETFs de renta variable global desarrollada, donde EE. UU. tiene un gran peso.
“Incluso a los inversores preocupados por la posible excesiva concentración del mercado en los valores tecnológicos de EE.UU. les ha resultado difícil ignorar el fuerte impulso del mercado. Algunos pueden haber optado por estrategias de gestión del riesgo como los ETFs equiponderados (por ejemplo, S&P 500 equally weighted), pero lo que no han abandonado es su concentración en el mercado estadounidense”, añade García Zárate.
Los ETFs de bonos ganan terreno
La renta fija también ha registrado flujos importantes este año, teniendo en cuenta que los rendimientos están bajando. Por ejemplo, los ETFs de bonos a plazo fijo han despertado especial interés entre los inversores, deseosos de asegurarse unos rendimientos relativamente elevados antes de que comience el ciclo de recortes de tipos a mediados de año. Las carteras de estas estrategias incluyen bonos cuya fecha de vencimiento coincide con la fecha de vencimiento objetivo del fondo, y todos los bonos se mantienen hasta su vencimiento.
Los ETFs de renta fija muestran una tasa de crecimiento orgánico del 11,5% en lo que va de 2024, comparable a la de los ETFs de renta variable. Entonces, ¿están los ETFs asumiendo también un papel protagonista dentro del universo de la renta fija? Según García Zárate, “se trata más bien de un objetivo a largo plazo para los proveedores de ETFs”.
Hay mucho espacio para hacer crecer el pastel de los ETFs de renta fija, pero “se requiere un esfuerzo educativo adicional para convencer a los inversores de renta fija de las virtudes de acceder a los mercados de bonos a través de un vehículo que cotiza como una acción”, afirma García Zárate. “Lo que nos dicen los proveedores de ETFs es que, una vez que los inversores en renta fija comprenden y prueban los ETFs para la asignación de bonos, se convierten en partidarios acérrimos del envoltorio y valoran su simplicidad frente a la forma tradicional. Pero, como ya hemos dicho, aún estamos en las fases iniciales del viaje”.
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