Sí. Los pequeños valores por capitalización bursátil siguen ofreciendo numerosas oportunidades, a pesar de haber subido mucho desde el año 2000. Antes de esa fecha, muchos presentaban una fuerte infravaloración; cotizaban con un descuento que iba del 40 al 50%. Hoy en día, sigue existiendo un descuento que se sitúa en torno al 20%.
Esto se explica por varios motivos. En números, hay cuatro veces más valores pequeños que valores medianos o grandes en el mundo, con cuatro veces menos de analistas que los siguen. Por lo tanto, hay muchas
empresas atractivas que pasan desapercibidas.
Además, se trata de un universo muy diversificado que cubre un gran número de actividades, muchas de ellas desconocidas por el gran público. Por último, los perfiles de rentabilidad y riesgo de las small caps son distintos a los de las grandes capitalizaciones.
Pero esas pequeñas capitalizaciones han salido a la luz debido al desinterés de los inversores por los blue chips. ¿No existe el riesgo de que pierdan parte de su brillo con la remontada de los grandes índices ?
Es cierto que las pequeñas y medianas capitalizaciones han vuelto a la palestra después del año 2000, en parte como reacción a los excesos vividos durante los años 90 que habían propulsado los valores tecnológicos, pero también los grandes blue chips, hacia cotas estratosféricas. En este contexto de escándalos financieros y de fuerte caída para los grandes valores, los small caps han aparecido como defensivos.
En todo caso, para 2004, pensamos que las perspectivas para los small caps siguen siendo muy positivas en Europa. Tradicionalmente, estos valores se muestran bastante inmunes al impacto negativo del tipo de cambio y al efecto de los ciclos económicos.
También pensamos que sigue existiendo mucho capital disponible en los mercados que representa, a corto y medio plazo, un factor positivo para esta clase de activos.
¿Y a más largo plazo ?
A más largo plazo, las pequeñas capitalizaciones constituyen un elemento de diversificación que no conviene menospreciar. Representan el 80% de los valores cotizados y no es razonable tener exposición únicamente a los grandes valores.
Este factor de diversificación es tremendamente importante. Con la globalización, en efecto, los valores son cada vez más internacionales o expuestos a las tendencias internacionales. Esto significa que sus movimientos son cada vez más correlacionados. Por el contrario, los valores de pequeña capitalización están menos correlacionados con los grandes valores.
¿De qué manera gestiona usted la cartera del fondo?
El universo de pequeñas capitalizaciones europeas consta de unos 2.000 valores a los cuales aplicamos un filtro; esto nos da un universo de inversión de unas 750 empresas a las que aplicamos unos ratios cuantitativos: crecimiento del negocio, de los márgenes, estado del flujo de caja o de la carga de la deuda, etc.
A partir de ahí, nuestros equipos de analistas sectoriales compuestos por 14 personas vigilan unos 150 a 200 valores que nos permiten construir nuestra cartera modelo. La propia cartera está gestionada por dos gestores desde 1999.
Algunas veces los gestores de small caps encuentran dificultades cuando el tamaño de su fondo crece demasiado. ¿Le preocupa este asunto?
Actualmente, sumando los activos gestionados en los diferentes mercados europeos, llegamos a unos 600 millones de euros. Teniendo en cuenta nuestro universo de inversión, esto no supone ninguna dificultad para gestionar esta cantidad de dinero. Podría ser el caso si superamos, por ejemplo, los 1.200 millones de euros.