Las primeros estimaciones de PIB (Producto Interior Bruto) para el cuarto trimestre del 2003 indican un crecimiento del 4,0% para la economía norteamericana, lo que supone una cifra muy inferior al crecimiento del 8,2% registrado durante el tercer trimestre. El dato también se sitúa por debajo de las expectativas de los analistas que esperaban en torno a un 5%. A finales de este mes, se publicará una estimación más precisa de lo que ha sido el crecimiento de la economía estadouni
dense durante el último trimestre.
Pero, la semana pasada, unos datos flojos en el mercado de trabajo volvieron a insuflar optimismo en los bonos. Es poco probable, se comenta, que la Fed se atreva a subir los tipos antes de ver una mejora en los datos de empleo.
Caída en la tasa de paro
La tasa de desempleo sigue su camino a la baja. Cayó del 5,9% en noviembre al 5,7% en diciembre y al 5,6% en enero. Pero el mercado sigue esperando el cambio significativo en el mercado laboral que normalmente acompaña a la recuperación económica.
Entretanto, la confianza del consumidor se comportó de forma positiva en enero. El índice del Sentimiento del Consumidor elaborado por la Universidad de Michigan subió el mes pasado desde el 92,6 alcanzado en diciembre hasta el 103,8, su mayor nivel desde finales del año 2000. El índice de Confianza del Consumidor de la Conference Board también mostró una mejoría después de registrar un descenso en diciembre.
El dólar, por su parte, continuó depreciándose respecto a las principales divisas mundiales. Los líderes europeos parecen más preocupados por la situación que sus homólogos estadounidenses o asiáticos. Un dólar débil ayuda, en efecto, a los productores y exportadores norteamericanos y, al mismo tiempo, muchas divisas asiáticas siguen vinculadas (oficialmente o no) al billete verde.
Aunque la mayoría de gestores (el 69%) que participaron en la última encuesta mensual realizada por Morningstar a nivel europeo señalaron al dólar como la divisa con peores expectativas en los próximos doce meses, hay que recalcar que el sentimiento ha cambiado respecto a diciembre ya que a finales del año pasado el porcentaje alcanzó el 90%.