China: ¿la próxima burbuja?

Las fuertes ganancias registradas durante el año pasado por los mercados asiáticos y, en particular el chino, están preocupando a los gestores que aprecian una cierta sobrevaloración en la región.

Fernando Luque 30/01/2004
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En efecto, según la última encuesta realizada por Morningstar a nivel europeo, la mayoría de gestores muestran cierta preocupación por la sobrevaloración que han alcanzado las acciones del continente asiático y, en particular, de China.

Altas rentabilidades

Razón no les falta. El 2003 fue indiscutiblemente el año de los mercados emergentes. Dentro de esta clase de activos, los casi 200 fondos de renta variable asiática (excluyendo a Japón), comercializados en nuestro país, registraron una revalorización media del 27%, frente a una ganancia ligeramente superior al 9% para los de renta variable globa

l.

Pero no todos los fondos de la región se comportaron de la misma manera. Por ejemplo, los fondos chinos, en conjunto (hubo, sin embargo, diferencias importantes entre unos y otros), consiguieron acumular una ganancia del 38% el año pasado. En ese mismo periodo, el índice MSCI China subió un 51% (en euros), pero fueron sobre todo las acciones del tipo H (acciones chinas cotizadas en la bolsa de Hong Kong, conocidas también como “red chips”) las que protagonizaron un avance espectacular, ganando un 152%. De ahí la preocupación de los gestores.

Algunos de ellos lo expresan abiertamente como en Morgan Stanley. La entidad considera que con un PER (ratio precio sobre beneficios) del 15-16 veces los beneficios esperados para este año, los inversores tienen poco que ganar con las acciones chinas.

Flujos de dinero

El año 2003 fue también uno de los mejores años para los fondos emergentes en términos de entrada de dinero por parte de los inversores internacionales. Se estima que estos fondos recibieron más de 11.000 millones de dólares (superando ampliamente el récord de 10.900 millones de dólares del año 1996), de los que más de la mitad (más de 6.000 millones de dólares) fueron a engordar los fondos de la región asiática.

Crecimiento exuberante

Por otro lado, también hay que decir que la economía china creció un impresionante 9,1% en términos anuales en el tercer trimestre del 2003, y eso a pesar de la crisis desatada por la neumonía asiática.

Hace bien poco la principal preocupación de los gestores era saber si China podía mantener, a medio plazo, este fuerte crecimiento económico. Hoy en día, son pocos los que dudan de la capacidad del gigante asiático. La incorporación en la Organización Mundial del Comercio, la preparación de los Juegos Olímpicos del 2008, la enorme capacidad productiva del país (China es el gran beneficiario de la tendencia a la globalización y deslocalización de los procesos productivos) y las ingentes necesidades de una población de más de 1.300 millones de habitantes invitan a pensar que el país no tendrá problemas en mantener una alta tasa de crecimiento. Además si China ha conseguido crecer de una forma espectacular en un periodo de bajo crecimiento mundial, ¡qué no hará en un ambiente de recuperación de la actividad mundial! El riesgo está más bien en un posible sobrecalentamiento de la economía y las consecuencias que esto pueda tener para el resto del planeta.

Algunos especialistas recuerdan que lo que caracterizó a Japón en la década de los 80, a los países del Sudeste Asiático a mitad de los años 90 y a Estados Unidos a finales de la pasada década (las tres últimas burbujas de la historia financiera) fue un gasto en inversiones muy por encima de la media histórica. Precisamente, lo que está ocurriendo hoy en China.

Efecto inflacionista sobre las materias primas

En todo caso, es imposible determinar si la bolsa china está inmersa en una burbuja o no (no se sabrá hasta que explote). Pero lo que si es evidente e indiscutible es el fuerte impacto inflacionista que está ejerciendo el país el precio de las materias primas.

En la encuesta Morningstar, la inmensa mayoría de los encuestados (el 98%) estima que el crecimiento del gigante asiático será, en gran medida, el responsable de que el precio de las materias primas siga subiendo en los próximos doce meses. El índice CRB (el Commodity Research Bureau Index es un índice compuesto por los precios de 17 materias primas entre las que se encuentran el oro, el petróleo, el cobre, el azúcar,...) creció un 16% el año pasado.

Desde mi perspectiva, uno de los grandes reto de China, además del de pasar de una economía regulada a una economía abierta, de transformar una economía rural en una economía urbana (se estima que cada año se trasladan 20 millones de personas del campo a la ciudad) o de cambiar una economía de ahorro a una economía de consumo (China tiene una tasa de ahorro del 40%, una de las más altas del mundo), es evitar, precisamente, que las tensiones que está provocando en el precio de las materias primas no se trasladen de una manera virulenta a los precios de los productos finales. Ahí está probablemente uno de los aspectos más importantes del crecimiento chino.

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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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