Los tipos de interés de los bonos japoneses también registraron fuertes subidas en junio (o, lo que es lo mismo, fuertes caídas de precio), lo que puede ser interpretado como una señal de que las autoridades tienen intención de poner en marcha medidas contra la persistente situación de deflación. Pero aún queda mucho camino para que los tipos alcancen los niveles en los que se en
cuentran en Estados Unidos o el Zona Euro. la bolsa de Tokio, por su parte, aún está cerca de sus mínimos de los últimos 20 años, nivel que tocó a finales del último mes de abril.
Elecciones en septiembre
Los inversores están ahora esperando las elecciones del Partido Liberal Democrático (LDP) en septiembre ya que el ganador se convertirá en el próximo primer ministro. Algunos dicen que Junichiro Koizumi, el actual primer ministro, tendrá que buscar un compromiso con las fuerzas antireformistas dentro del partido LDP si quiere ganar las elecciones. Esto, por otra parte, podría ser mal recibido por la bolsa nipona.
Desde que fue elegido en la primera del 2001, Koizumi siempre ha sostenido que las reformas son necesarias, pero en sus primeros de años de mandato hay que reconocer que ha habido pocos progresos. Japón no puede volver a la senda del crecimiento sin cambios sustanciales tanto en el sector financiero como en el resto de la economía. Sin embargo, a lo largo de la primera del 2003, la nueva dirección del banco de Japón y la nacionalización de Resona, el quinto mayor banco del país, muestran que la voluntad de implantar reformas sigue viva.
El desarrollo de los acontecimientos políticos influirán mucho en el comportamiento de la bolsa japonesa a corto plazo. Los niveles en los que se encuentra actualmente el Nikkei, cerca de su mínimo de los últimos 20 años, muestra que los optimistas no son legión. Sin embargo, aquellos inversores que piensan que Koizumi terminará por poner en marcha sus reformas, después de las elecciones de otoño, tienen ante sí una buena oportunidad de compra.