Los tipos de interés en Europa son los más bajos de los principales mercados occidentales, mientras que la economía estadounidense ha eclipsado a la región. Esta división es muy importante para los inversores: las expectativas de crecimiento en Europa siguen siendo bajas, por lo que un estímulo en forma de recortes de los tipos de interés podría contribuir en gran medida a mejorar el panorama macroeconómico.
La región es ahora un lugar mucho más atractivo para la inversión que en los dos últimos años. Sin embargo, las elecciones en el Reino Unido y Francia añaden un elemento de incertidumbre para los inversores.
¿Significa esto que los mercados europeos están baratos? A los niveles actuales, Europa cotiza exactamente en línea con nuestra estimación de valor razonable para la región, lo que significa que, aunque no está cara, tampoco está excesivamente barata en términos absolutos. Pero en relación con otras regiones como Norteamérica, que actualmente cotiza con una prima del 10% respecto a nuestra estimación de valor razonable, Europa parece más atractiva.
Con el posible catalizador de los recortes de los tipos de interés, las empresas europeas podrían parecer más halagüeñas en relación con otras regiones en las que los bancos centrales están aplicando políticas monetarias más restrictivas.
Las elecciones en el Reino Unido y Francia a principios de julio repercutirán en la renta variable. En el Reino Unido, el sector de la construcción de viviendas podría beneficiarse de un nuevo gobierno, mientras que en Francia la posible victoria de la Agrupación Nacional ha sacudido algunos sectores, en particular los bancos.
Las acciones de los constructores de viviendas se ven impulsadas por la victoria laborista
Los constructores de viviendas del Reino Unido no han sido un lugar atractivo para los inversores en los últimos años. Los fundamentales han sido negativos, y la construcción ha disminuido a medida que los elevados tipos de interés frenaban la demanda de los aspirantes a propietarios de viviendas. La inflación también ha incrementado considerablemente el coste de la construcción de viviendas, lo que ha desincentivado aún más a los constructores.
Los fundamentos vuelven a mostrar signos de mejora. Las aprobaciones de hipotecas se están recuperando de sus mínimos, la inflación está volviendo a estar bajo control y la actividad de nueva construcción se está estabilizando. Aún así, esto está lejos de ser una señal de que la recuperación de los beneficios de los constructores de viviendas, y por supuesto de los precios de las acciones, vaya a ser rápida.
El nuevo gobierno laborista podría ser otro catalizador del crecimiento, y los precios de las acciones subieron tras conocerse la noticia de las elecciones. El partido ha hecho de la vivienda una de sus principales áreas de atención, con un plan para construir 1,5 millones de viviendas a lo largo de su mandato, esencialmente un objetivo de 300.000 viviendas al año.
Se trata de un objetivo ambicioso, que representa un nivel de construcción de viviendas no visto desde los años setenta, una época en la que el Reino Unido tenía una población mucho menor. Tanto si se alcanzan estos objetivos como si no, este nivel de construcción de viviendas exigiría un aumento significativo de los grandes constructores de viviendas del Reino Unido, lo que supondría un importante crecimiento de los ingresos en los próximos cinco años.
Elecciones francesas: incertidumbre y oportunidades
Las acciones francesas cayeron después de que el presidente Macron convocara elecciones anticipadas. Los mercados tienen razón para estar preocupados, ya que el Rassemblement National resultó vencedor en la primera vuelta de las elecciones, aunque con resultados ligeramente peores de lo esperado por el mercado. La segunda vuelta se celebrará el fin de semana.
El programa del partido de extrema derecha de aumentar la deuda fiscal en un momento en que el país debería ir en la dirección contraria es claramente una estrategia peligrosa. Sin embargo, muchos de los sectores y acciones que se han visto afectados por las elecciones están mucho menos expuestos a posibles cambios políticos de lo que los inversores creen.
Los bancos franceses han sufrido reacciones extremas en sus cotizaciones, y BNP Paribas se ha visto muy afectado. Existe una preocupación real por el aumento de los costes de financiación a medida que se amplían los diferenciales de crédito franceses. Sin embargo, la exposición minorista de BNP al mercado francés es limitada y, en todo caso, el aumento del riesgo percibido en los mercados europeos podría crear más negocio para BNP, ya que sus clientes buscan cubrir estos riesgos en tipos y divisas.