Las empresas estadounidenses tienden a favorecer la recompra de acciones en detrimento del pago de dividendos. La rentabilidad media de los dividendos en el mercado estadounidense ronda el 1,4%, frente al 3% en Europa. En cambio, las recompras de acciones están en alza.
Según un estudio de Goldman Sachs, tras un año de descenso, las recompras de acciones deberían crecer un 13% este año, hasta 925.000 millones de dólares, para acelerarse en 2025 con un aumento del 16%, hasta 1.075.000 millones de dólares.
Inicialmente, el banco esperaba que las recompras de acciones crecieran un 4% en 2024, tras un año en el que cayeron un 13%, debido sobre todo al aumento del coste del capital, la falta de crecimiento de los beneficios y un entorno macro incierto.
El renovado optimismo de Goldman Sachs se debe al aumento de las previsiones de crecimiento de los beneficios para 2024 y 2025 (+8% y +6% respectivamente), a un entorno macro más favorable y a unos márgenes superiores a los previstos en tecnología, sector muy importante tanto para el mercado estadounidense en general como para la recompra de acciones.
Los "7 magníficos" representaron el 26% de las recompras de acciones en 2023. Sus beneficios combinados deberían crecer un 19% este año y un 15% el próximo, según el banco.
Los datos facilitados por estas empresas a la SEC muestran que las recompras de acciones autorizadas ascendieron a 215.000 millones de dólares, un 30% por encima de los niveles autorizados el año pasado.
El buen comportamiento de las recompras de acciones en el sector tecnológico y de telecomunicaciones debería verse compensado por un retroceso en el sector energético, donde el banco prevé una caída del 7% de los beneficios en 2024, debido a la irregularidad de los precios del petróleo.
¿Creará este esperado repunte de las recompras de acciones tanto valor como en 2022, por ejemplo, cuando las empresas recompraron acciones cuyo precio y valoración estaban cayendo? Esto parece bastante seguro, sobre todo si los precios de las acciones siguen subiendo, impulsados por el rendimiento superior de los "7 magníficos".
Así pues, las previsiones del banco estadounidense parecen especialmente optimistas, pero no irracionales si se cumplen las expectativas de crecimiento de los beneficios empresariales.