Los hogares españoles han recurrido, en mayor medida que en la UE, al crédito y a incrementos en su oferta laboral --buscando un segundo trabajo o trabajando más horas-- como vías para amortiguar el impacto del incremento de los precios sobre el consumo, especialmente en el caso de las familias con colchones de liquidez reducidos.
El artículo del Banco de España titulado 'La reacción de los hogares ante el repunte de los precios en España y en la UEM' refleja que, ante el reciente episodio inflacionista, las familias han empleado diferentes estrategias para adaptar sus decisiones de consumo, ahorro y oferta laboral al repunte en los precios.
Las estrategias más utilizadas para hacer frente al repunte de los precios fueron la búsqueda de mejores alternativas de compra (por ejemplo, ofertas), y la reducción de los niveles de ahorro y de gasto, tanto en España como en la Unión Económica y Monetaria de la Unión Europea (UEM).
En el caso de España, los hogares han recurrido, más que otros países de la zona euro, a pedir préstamos y a trabajar más, bien mediante la búsqueda de un segundo trabajo o haciendo horas extra, especialmente en el caso de los hogares con colchones de liquidez reducidos.
En particular, la proporción de individuos que indican haber recurrido a préstamos para hacer frente a la evolución de los precios es 2,3 puntos porcentuales mayor en España que en la UEM, hasta un total del 11% de las familias españolas, en consonancia con la evolución más dinámica del crédito al consumo que se ha observado recientemente en el país.
Asimismo, el estudio apunta a que el porcentaje de los que señalan haber aumentado la oferta laboral para adaptarse a la evolución de los precios es también algo superior en España (1,2 puntos) que en la eurozona, hasta alcanzar al 16% de los hogares españoles.
EL PLURIEMPLEO CRECE UN 6,8% EN ESPAÑA FRENTE AL 1% EN LA UE
En consonancia con estos resultados, los datos de Eurostat apuntan a que la proporción de personas en situación de pluriempleo en España aumentó un 6,8% entre septiembre de 2022 y septiembre de 2023, frente al aumento del 1% observado en el caso de la UE.
En cambio, el porcentaje de hogares que indican haberse basado en un incremento salarial para hacer frente al incremento de los precios es similar en ambas economías.
A doce meses vista, y en comparación con lo observado en el último año, entre agosto y octubre de 2023 los hogares españoles anticipaban un mayor incremento en su oferta laboral para absorber la evolución de los precios que en el pasado reciente.
En concreto, en ese período, el porcentaje de individuos que esperaban ajustes en este aspecto era 8 puntos superior al de aquellos que indicaban haber aumentado sus horas de trabajo en los doce meses anteriores.
Según el informe, los jóvenes, las mujeres y las personas de menor nivel educativo o que residen en régimen de alquiler han optado, con más frecuencia que el resto, por aumentar el número de horas trabajadas para hacer frente a la inflación.
Asimismo, la proporción de hogares que, con el fin de ajustarse a la evolución de los precios, preveían retrasar la compra de bienes duraderos y reducir su nivel de gasto se eleva en 3,6 puntos y 5,2 puntos, respectivamente, en comparación con lo observado en los doce meses previos. El 32% de las familias españolas asegura haber reducido su gasto y el 9%, recortar la compra de bienes duraderos.
En contraposición, el porcentaje de hogares que esperaban recurrir a préstamos para hacer frente a la evolución de los precios en los siguientes doce meses era 1,8 puntos inferior al de aquellos que indicaban haberlos solicitado con este fin en los doce meses anteriores. Las acciones empleadas para adaptarse a la evolución de los precios han variado también entre hogares con distintas características. Concretamente, el 11% de las familias españolas ha recurrido al crédito para hacer frente al alza de los precios.
DIFERENCIAS SEGÚN LOS ACTIVOS LÍQUIDOS
Una de las más relevantes para explicar esta heterogeneidad es la disponibilidad de un colchón de activos líquidos de cierta cuantía. Entre los hogares con un volumen reducido o inexistente de activos líquidos, el porcentaje que indica haber incrementado su oferta laboral (trabajando más horas en su puesto habitual o buscándose un segundo empleo), haber recurrido al crédito para hacer frente a la evolución de los precios o haber reducido sus niveles de gasto como consecuencia de la inflación es más elevado que entre el resto de familias.
En contraposición, la proporción de los hogares que se han beneficiado de un incremento salarial, ya sea manteniendo su trabajo o cambiando a otro, es más elevada en el grupo que dispone de un colchón de liquidez holgado, lo que probablemente refleja un poder de negociación "relativamente más fuerte" en este grupo de población, en el que se concentran trabajadores con puestos de trabajo que requieren conocimientos más específicos.