Los Veintisiete han adoptado este lunes las nuevas normas sobre fondos de inversión alternativos para garantizar una mejor protección de los pequeños inversores minoristas de la UE, lo que supone un paso más en la arquitectura de la unión de mercados de capitales.
En concreto, se modificará la directiva sobre gestores de fondos de inversión alternativos, que regula a los gestores de fondos de cobertura, fondos de capital privado, fondos de deuda privados y fondos inmobiliarios, entre otros.
Asimismo, se ha modernizado el marco para los organismos de inversión colectiva en valores mobiliarios (OICVM), es decir, fondos de inversión minoristas armonizados con la UE, como los fondos y las sociedades de inversión.
Las nuevas normas, que mejoran la integración de los mercados de gestión de activos en Europa y modernizan el marco para aspectos regulatorios clave, se publicarán ahora en el Diario Oficial de la UE y entrarán en vigor 20 días después. Los Estados miembro tendrán 24 meses después de la entrada en vigor para transponer las normas a la legislación nacional.
Esta revisión busca mejorar la disponibilidad de herramientas de gestión de liquidez con nuevos requisitos para que los gestores prevean la activación de estos instrumentos. Esto ayudará a garantizar que los administradores de fondos estén bien equipados para hacer frente a importantes salidas de capital en tiempos de turbulencia financiera.
La directiva de modificación también cubre un marco de la UE para fondos originadores de préstamos, aquellos que otorgan crédito a empresas, complementado con varios requisitos para aliviar los riesgos para la estabilidad financiera y garantizar un nivel adecuado de protección de los inversores.
La directiva introduce también normas mejoradas para la delegación por parte de los gestores de inversiones a terceros, lo que les permitirá aprovechar mejor los mejores recursos de los especialistas del mercado, sujeto a una supervisión reforzada y preservando la integridad del mercado.
Otros componentes clave de las nuevas reglas incluyen un mejor intercambio de datos y cooperación entre autoridades, y nuevas medidas para identificar costos indebidos que podrían cargarse a los fondos y, por ende, a sus inversores, así como para prevenir posibles nombres engañosos y garantizar la protección de los minoristas.