Hace unas semanas empecé a construir una Cartera Global de Dividendo basándome en las posiciones de 4 índices especializados de Morningstar: el Morningstar Developed Markets Dividend Yield >3, el Morningstar Developed Markets Dividend Growth, el Morningstar Developed Markets High Dividend Low Volatility y el Morningstar Developed Markets Large Cap Dividend Leaders Screened Select.
Los criterios para seleccionar las compañías de mi cartera son los siguientes, han sido los siguientes: 1) el valor debe aparecer como mínimo en 2 índices; 2) la suma de los pesos del valor en cada índice debe ser superior a 1%; 3) el valor debe cotizar con un descuento de al menos un 15% sobre la última cotización y 4) sólo incluiré un valor por sector para darle a la cartera una diversificación sectorial.
En esa cartera no están representados todos los sectores. Por ejemplo, no hay ninguna empresa del sector tecnológico.
3 problemas para incluir un valor tecnológico
El inversor se enfrenta a 3 problemas si quiere incluir una compañía tecnológica dentro de una cartera de dividendos.
1) Primero, las compañías tecnológicas no suelen pagar dividendos. Prefieren dedicar el efectivo disponible a nuevos proyectos de investigación en lugar de devolverlo a los accionistas. Además, la recompra de acciones es el mecanismo más utilizado para devolver dinero a los accionistas.
Pero hay excepciones. Por ejemplo, hace unos días, junto con la publicación de sus resultados del cuarto trimestre, Meta Platforms anunció que iniciaba el pago de un dividendo trimestral. Los accionistas registrados el 22 de febrero recibirán un dividendo de 0,50 dólares por acción el 26 de marzo.
2) Segundo, cuando las compañías tecnológicas pagan dividendo, la rentabilidad por dividendo suele ser muy baja. En el caso comentado de Meta, el dividendo anual inicial de 2 dólares por acción equivale a una rentabilidad por dividendo de más o menos el 0,5% a los precios actuales.
Para poner esta cifra en contexto, es ligeramente inferior a la rentabilidad por dividendo de Apple o Microsoft que es actualmente un 0,5% y un 0,7%, respectivamente.
3) Tercero, y quizás lo más importante, la valoración actual de las compañías tecnológicas no es demasiado atractivo. Por ejemplo, si nos centramos en las compañías americanas, el conjunto del sector cotiza en estos momentos (a día 9 de febrero 2024) con una prima del 14%.
La opción de Corning
Ahora bien, sí que hay compañías tecnológicas en los índices Morningstar mencionados más arriba, pero sí queremos elegir una de esas compañías tenemos que renunciar a al menos 1 criterio.
IBM está presente en los 4 índices, con un peso total por encima del 7%, pero su valoración actual es muy poco atractiva: cotiza con una prima del 34%. Texas Instruments también tiene el problema de su elevada valoración.
La tecnológica sueca Ericsson está muy barata (cotiza con un descuento cercano al 40%) pero su peso en los índices es muy reducido (un 0,6%). Además, acabamos de reducir su fair value en enero de 95 SEK a 92 SEK.
Cisco System podría ser una buena opción. Está presente en 2 de los 4 índices Morningstar. No está barata, pero por lo menos no está cara. Está correctamente valorada Cotiza con un pequeño descuento del 5% (insuficiente para poder incluirla en la cartera). En nuestra opinión, la política de retorno al accionista de Cisco es buen. La empresa tiene un balance resuelto y genera un inmenso flujo de caja. Dedica bastante más de la mitad de este flujo de caja a su dividendo y recompras, lo que vemos con buenos ojos. La rentabilidad por dividendo y la rentabilidad total para el accionista de Cisco, incluidas las recompras, deberían resultar atractivas para los inversores a largo plazo.
Pero acabamos de recortar nuestra estimación de valor razonable para Cisco Systems, de 53 dólares por acción a 50 dólares, ya que las débiles previsiones para el resto del ejercicio fiscal 2024 nos llevan a reducir nuestras previsiones a corto plazo. Cisco sigue registrando una menor demanda a medida que sus grandes clientes agotan sus existencias tras dos años de exceso de pedidos.
En cuanto a Corning, presenta un descuento del 8%, pero insuficiente para poder incluirla en la cartera. Corning es un gigante de la ciencia de los materiales con productos de vidrio diferenciados para televisores, portátiles, dispositivos móviles, wearables, fibra óptica, automóviles y envases farmacéuticos. En sus 170 años de actividad, la empresa ha innovado constantemente (entre otras cosas, inventando la fibra óptica de vidrio y los sustratos cerámicos para catalizadores).
Mantenemos nuestra estimación de valor razonable de 35 dólares para las acciones de Corning, después de que sus resultados del cuarto trimestre y sus previsiones para el siguiente estuvieran en línea con nuestras expectativas, comenta nuestro analista William Kerwin. Los resultados de Corning siguen debilitándose en medio de la desaceleración del gasto de los clientes causada por la débil demanda de los consumidores y la digestión de los inventarios de los centros de datos. Sin embargo, tras un descenso de las ventas de dos dígitos en 2023, esperamos una vuelta al crecimiento en 2024. El mayor impulsor de nuestra tesis de recuperación es un retorno al gasto en fibra óptica de los clientes de centros de datos y proveedores de servicios,
En lo que respecta a dividendos, creemos que Corning devuelve adecuadamente a los inversores su amplio remanente de tesorería. Según su plan de asignación de capital 2016-19, la empresa pretendía generar más de 20.000 millones de dólares en efectivo en cuatro años, complementando la fuerte generación de efectivo operativo con nueva deuda a largo plazo. La dirección tenía previsto devolver 10.000 millones más a los accionistas mediante dividendos y recompras oportunistas de acciones. Corning superó estos ambiciosos objetivos, devolviendo 12.500 millones de dólares a los accionistas.
El historial de pago de dividendos por parte de Corning es inmaculado hasta la fecha, como muestra el gráfico adjunto.