Como sabéis he empezado a construir una cartera de dividendos. Podéis leer aquí cuál es la metodología que he aplicado para construirla.
Cuando uno tiene una cartera de dividendos hay 4 fechas que hay que tener en cuenta: la fecha de declaración, la fecha de registro, la fecha ex-dividendo y la fecha de pago.
La fecha de declaración
Es la fecha en la que la empresa anuncia oficialmente que pagará un dividendo. En este momento, se establece la cantidad del dividendo y la fecha de registro.
La fecha de registro
Los inversores deben figurar como propietarios de las acciones en esta fecha para tener derecho a recibir el dividendo. Es importante comprar las acciones antes de la fecha de registro para poder recibir el pago de dividendos.
La fecha Ex-Dividendo
Es la fecha a partir de la cual las acciones se negocian sin el derecho al próximo dividendo. Si uno compra acciones después de esa, no recibirá el dividendo actual.
La fecha de pago
Es la fecha en la que la empresa distribuye los dividendos a los accionistas registrados. Puede ocurrir días o semanas después de la fecha de registro.
Otro dato importante es la frecuencia de distribución de dividendos.
La frecuencia de los pagos de dividendos de las compañías puede variar. Algunas empresas pagan dividendos de forma trimestral, otras pueden optar por pagos semestrales o anuales. La decisión sobre la frecuencia de los pagos de dividendos suele depender de la política de dividendos de la empresa, aunque las empresas con una historia estable de pago de dividendos suelen mantener la misma frecuencia.
En la imagen adjunta vemos el historial de dividendos de las compañías de mi Cartera de dividendos.
En algunas ocasiones las compañías también pagan un dividendo extraordinario. Es un pago especial que la empresa realiza a sus accionistas en circunstancias excepcionales o fuera de la rutina normal de distribución de beneficios. A diferencia de los dividendos regulares, que suelen ser parte de la política de dividendos establecida por una empresa, los dividendos extraordinarios son eventos únicos y no recurrentes.
Estos pagos extraordinarios pueden ocurrir cuando una empresa experimenta un evento inesperado que resulta en un excedente de efectivo significativo, como la venta de activos no esenciales, la recepción de ingresos inesperados, o la liquidación de inversiones estratégicas. En lugar de retener todo ese excedente de efectivo, la empresa decide devolver parte de él a los accionistas en forma de un dividendo especial.
Es importante destacar que la decisión de otorgar un dividendo extraordinario suele ser tomada por la junta directiva de la empresa y está sujeta a aprobación por parte de los accionistas en la asamblea general.