Entre estas razones figuran la fuerte competencia por parte de los genéricos, la dificultad de lanzar nuevos productos al mercado o la voluntad política de reducir el precio de los fármacos. Además las expectativas de beneficios no son tan brillantes. Pero sería un error olvidarnos de los factores positivos que pueden afectar al sector tanto a corto como a más largo plazo.
Según algunos analistas, la industria experimentará este trimestre el peor resultado en términos de beneficios interanuales de los últimos diez años. Un buen ejemplo de ello lo podemos encontrar en Merck. Esta compañía estadounidense acaba de anunciar que sus
resultados del segundo trimestre cayeron un 4% debido a la fuerte competencia de los productos genéricos.
Pero la competencia de los genéricos no es, desde luego, el único problema que está sufriendo las grandes empresas farmacéuticas. Estas, en efecto, también están teniendo cada vez más problemas a la hora de sacar nuevos fármacos al mercado. Este año, por ejemplo, la FDA (Food and Drug Administration) ha autorizado tan sólo seis productos para su comercialización. Es muy poco para sostener los beneficios futuros.
Otro tema de gran preocupación para las grandes farmacéuticas es la batalla política que se está librando en Estados Unidos para reducir el coste de los medicamentos. Algunos estados norteamericanos están, en efecto, intentando reducir el coste de sus programas de Medicaid (para las personas más necesitadas) forzando a las grandes compañías del sector a reducir sus precios si quieren ver sus fármacos incluidos en la lista de productos preferentes. Está claro que si estos intentos tienen éxito, las compañías se encontrarán en una delicada situación. Por otra parte, también existe el riesgo de que el gobierno autorice la importación de productos más baratos.
Pero, en todo caso, sería un error no tener en cuenta los elementos positivos que pueden influir sobre el sector farmacéutico. A largo plazo, los factores demográficos jugarán ciertamente un papel importante. A más corto plazo, hay que tener en cuenta que el sector farmacéutico es uno de los que más se aprovechan de la debilidad del dólar ya que una parte importante (30 % - 40%) de los ingresos de las grandes compañías se generan fuera de Estados Unidos. Otro factor positivo es la especulación que hay actualmente en los mercados sobre posibles nuevas fusiones. Por ejemplo, muy recientemente, ha habido rumores sobre una posible fusión entre las dos empresas suizas, Novartis y Roche (rumores desmentidos por Novartis). Pero el hecho es que la reciente fusión entre Pfizer y Pharmacia va a obligar a las otras compañías a actuar.
En este ambiente, el sector no se ha comportado peor que el resto del Mercado. Medido en dólares, el índice MSCI Healthcare perdió un pequeño 0,05% comparado con una ganancia, muy escasa también (+ 0,0%) para el índice MSCI World.
En cuanto al sector biotecnológico, como menciona Pictet en su último informe, ha habido noticias positivas, en el plano clínico, por parte de Gilead y de Amgen, pero las malas noticias provenientes de un fármaco de AstraZeneca contra el cáncer ha empujado el índice hacia abajo. El índice Nadaq Biotech perdió, en efecto, casi un 5% a lo largo del mes de agosto.