Estamos convencidos de que el comportamiento relativo de las acciones respecto a las obligaciones tiende a largo plazo hacia un valor de equilibrio. Por lo tanto, independientemente de la evolución de los mercados financieros, siempre es interesante interesarse por los fondos mixtos.
¿Rechaza por lo tanto la idea de que las acciones, a largo plazo, siempre son rentables ?
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Los mercados financieros funcionan por ciclos. Cada clase de activo puede por lo tanto salir ganando o perdiendo. Lo importante es posicionarse correctamente en cada ciclo y modificar su repartición de activos en consecuencia.
En nuestra casa este proceso se basa en un enfoque sistemático que reposa sobre tres elementos. Primero, utilizamos un modelo de distribución de activos que nos permite, a corto y medio plazo, sacar provecho de infravaloraciones sobre ciclos de 2 a 3 años.
Pero este modelo no es suficiente porque cuando los mercados de acciones están infravalorados pueden mantenerse así durante mucho tiempo. Además aunque recomendamos invertir a largo plazo, los inversores tienen horizontes temporales de entre 6 y 12 meses con evaluaciones trimestrales. Por lo tanto, no basta que las acciones estén baratas, tienen que mostrar un buen comportamiento. Por eso completamos este modelo de repartición de activos con un análisis de ciclos económicos.
Esto nos lleva a sobreponderar determinados sectores. Actualmente somos muy positivos respecto a los sectores asegurador, bancario o el de bienes de consumo. Por el contrario, estamos fuera del sector farmacéutico que consideramos muy caro.
¿Cuál es el tercer elemento de su proceso de gestión en cuanto a las acciones ?
Tenemos finalmente un modelo dinámico porque los modelos técnicos son sobre todo interesantes a largo plazo y porque es necesario hacer apuestas sobre los mercados. Disponemos de un equipo de análisis cuantitativo que escanea los mercados semanalmente. Este modelo de “market timing” nos lleva a reequilibrar nuestra distribución de activos. Por ejemplo, el mes pasado, pasamos de un peso del 50% a una sobreponderación del 60%.
¿En qué valores habéis aumentado el peso ?
En los sectores que hemos mencionado, hemos aumentado el peso en BNP Paribas, Prudential, Adidas o Air France. Nos fijamos un objetivo de precio y vendemos cuando se haya alcanzado.
¿Y en cuanto a la parte de renta fija ?
Invertimos en obligaciones que tengan al menos una calificación por encima del BBB ya sean emitidas por gobiernos o empresas de la OCDE, siempre que estén denominadas en euros.
Tenemos en cuenta tanto la duración de los títulos como las curvas de tipos, los diferenciales de rendimiento y, por supuesto, la calidad de los emisores.
Tras la oleada de suspicacia que ha salpicado a los bonos corporativos, algunos analistas señalan un aumento de interés por estos activos. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Debido a la composición de nuestro benchmark, no invertimos más del 5% en obligaciones corporativas. Dicho esto, siempre es posible encontrar oportunidades en este segmento si se efectúa un correcto análisis de riesgo y si la calidad del emisor está a la altura.
¿Qué espera de los próximos 12 meses ?
Pienso que la situación económica en Europa va a mejorar. Varios factores nos incitan a ser optimistas. En Estados Unidos, el crecimiento debería estabilizarse en el 3% anual en el tercer trimestre y en el 4% en el último trimestre del año.
El buen comportamiento de sectores como el de los automóviles es una buena señal. Los beneficios de las empresas parecen ir por buen camino y estamos convencidos que los mercados de acciones se van a estabilizar. Esto no significa que los mercados de obligaciones deberían pasarlo mal, mientras no aparezcan tensiones inflacionistas. Pero lógicamente deberíamos mantenernos sobreponderados en renta variable.