La rápida subida de los tipos de interés ha hecho que los bonos vuelvan a ser atractivos, pero las acciones de alto dividendo siguen siendo un segmento que los inversores que buscan un flujo de rentas estable deberían tener en cuenta.
Durante el pasado año, la categoría de fondos de renta variable y fondos cotizados (ETF) de alta rentabilidad por dividendo a escala mundial ha arrojado una rentabilidad media del 9,5% en euros y una ganancia anual del 9,8% en el periodo de tres años.
El índice Morningstar de alta rentabilidad por dividendo a escala mundial, que engloba a las empresas con mayor rentabilidad por dividendo, tiene una rentabilidad por dividendo (relación entre los dividendos anuales y el precio de la acción) del 4,5% (a 30 de noviembre) y ha rendido algo más del 6% desde enero y más del 11,5% anual en el periodo de tres años.
Entre los ETF de renta variable global de alto dividendo que cotizan en las bolsas europeas, tres tienen la máxima calificación Morningstar, es decir, una calificación Medalist de Gold. Veamos cuáles son sus características.
Fidelity Global Quality Income (FGQI)
Además de tener una calificación Medalist de Gold, este ETF de Fidelity tiene cinco estrellas, lo que lo sitúa entre los mejores productos de su categoría en términos de rentabilidad ajustada al riesgo y coste.
El fondo está diseñado para replicar un índice de empresas de gran y mediana capitalización de países desarrollados que tienen una alta rentabilidad por dividendo y son de alta calidad. Esta última se define por medidas como el margen de flujo de caja libre, el rendimiento del capital invertido y la estabilidad del flujo de caja. En esencia, el ETF está diseñado para inversores que desean un flujo de dividendos de su inversión en renta variable y al mismo tiempo desean tener una cartera global de empresas sólidas.
El análisis de Morningstar muestra que el Fidelity Global Quality Income ETF tiende a tener empresas con una capitalización inferior a la media de sus competidores, pero que son más líquidas, un factor que facilita la negociación cuando los mercados están a la baja.
En los últimos años, el fondo ha contado con valores más volátiles, es decir, con una desviación típica de los rendimientos históricamente más elevada, pero con unos fundamentales sólidos. A nivel sectorial, está sobreponderado en tecnología y bienes de consumo cíclicos (a partir del 1 de diciembre de 2023).
iShares MSCI World Quality Dividend ESG (WQDV)
Este ETF iShares invierte en valores de renta variable cotizados a escala mundial con una elevada rentabilidad por dividendo y una buena calidad en términos de solidez empresarial. El fondo también tiene en cuenta criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG), así como una trayectoria de reducción del carbono en la cartera. Pueden excluirse los emisores implicados en armas convencionales y nucleares controvertidas, armas de fuego civiles, tabaco, carbón térmico, arenas bituminosas y clasificados como infractores de los principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. El índice de referencia también excluye empresas por su implicación en controversias ESG muy graves.
El análisis de Morningstar muestra que el ETF tiende a favorecer a las empresas infravaloradas con dividendos generosos o programas de recompra de acciones. Según los últimos datos disponibles, el fondo tiende a sobreponderar los valores tecnológicos y farmacéuticos, en una cartera que cuenta con más de 230 valores, pero que está bastante concentrada en los diez primeros, que pesan más del 26%, frente al 19% de la categoría de renta variable mundial de alto dividendo.
Vanguard FTSE All World High Dividend Yield (VHYD)
Entre los ETF de renta variable con dividendos elevados disponibles en Europa, el Vanguard FTSE All World High Dividend Yield es el mayor en términos de volumen de activos, con más de 4.200 millones de euros en activos. El fondo replica un índice de valores de alto dividendo que cotizan tanto en mercados desarrollados como emergentes.
El análisis Morningstar muestra que, en comparación con sus competidores, tiende a tener empresas más grandes, más orientadas al valor y con mayor liquidez. A nivel sectorial, el ETF está sobreponderado en finanzas y energía en relación con la categoría, mientras que está infraponderado en tecnología. La cartera es amplia, con más de 1.800 valores, y poco concentrada, con un peso de los diez primeros de sólo el 13%.
