Los inversores siempre caminan por la cuerda floja del riesgo. Pero perseguir cisnes negros es un juego de tontos, porque los acontecimientos aberrantes, raros y catastróficos, son imprevisibles. Es mejor aceptar la realidad de los riesgos del mercado y prepararse para ello.
Hemos identificado ocho riesgos de mercado a medida que nos acercamos a 2024. Analicémoslos en profundidad, con la ayuda de los expertos de Morningstar Investment Management (MIM).
1) Expansión del conflicto en Oriente Medio
Tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, muchos observadores temen una escalada del conflicto que implique a otras naciones de Oriente Próximo.
Esto podría repercutir en los mercados energéticos, provocando sacudidas en los precios del petróleo, lo que a su vez podría aumentar el riesgo de recesión para las economías vulnerables.
Aunque la mayoría de los comentaristas se muestran relativamente agnósticos sobre el riesgo de que los mercados israelíes sean el epicentro de una crisis financiera, la situación depende del papel que desempeñe Tel Aviv en cualquier conflicto militar.
2) Conflicto prolongado entre Ucrania y Rusia
El prolongado conflicto entre Ucrania y Rusia podría seguir repercutiendo en los mercados energético y alimentario, lo que podría aumentar el riesgo de recesión para los países europeos. La actividad económica en la eurozona se estancó globalmente en 2023.
En septiembre, el Banco Central Europeo (BCE) revisó a la baja sus previsiones de crecimiento del producto interior bruto (PIB), en particular para este año y el próximo, "debido a un mayor efecto contractivo de la zona euro asociado al endurecimiento de las condiciones de financiación y al debilitamiento del comercio internacional". Ahora espera que la economía del bloque crezca un 0,7% en 2023, un 1,0% en 2024 y un 1,5% en 2025.
3) Resurgimiento de la inflación
La inflación ha caído bruscamente desde sus máximos de 2022 tanto en Europa como en EE.UU., pero persisten los riesgos al alza. "Está claro que el descenso de los precios de la energía fue el principal motor de la caída de la inflación hasta el 2,4% en noviembre en la zona euro", afirma Michael Field, estratega de renta variable europea de Morningstar.
"Sin embargo, los precios de la energía pueden ser volátiles, [por lo que] es fácil que vuelvan a subir en los próximos meses".
Si la inflación vuelve a subir, los bancos centrales se verán obligados a mantener sus tipos de interés oficiales altos durante más tiempo del previsto, o incluso a subirlos, a pesar de que el mercado espera un recorte el año que viene. Esto también podría repercutir en los beneficios empresariales y aumentar el riesgo de recesión.
4) Déficits publicos en los países desarrollados
Ante el aumento de los niveles de deuda, los inversores exigen mayores primas de plazo o compensaciones por el riesgo asociado a la tenencia de bonos en los mercados desarrollados.
En otras palabras, buscan rendimientos a más largo plazo. Además, los bancos centrales ya no reinvierten el producto de los bonos que vencen como parte del endurecimiento cuantitativo, y los inversores tienen dificultades para digerir una avalancha de nuevos bonos.
En este escenario, es probable que los rendimientos a largo plazo aumenten, con la consiguiente caída de los precios de los bonos.
5) La bomba de las urnas
En 2024 habrá dos elecciones importantes: en el Reino Unido y en Estados Unidos. Mientras se vislumbran en el horizonte, los expertos de MIM sugieren que las dos principales cuestiones que deben plantearse los inversores giran en torno a la responsabilidad fiscal y al impacto de los posibles cambios políticos.
La dirección en que sople el viento sobre estas cuestiones podría determinar el curso de los mercados. Las elecciones en el Reino Unido se celebrarán a más tardar en enero de 2025 y están previstas para octubre, aunque esto puede cambiar con los propios acontecimientos. Las elecciones presidenciales estadounidenses están fijadas para el 5 de noviembre de 2024. El Parlamento Europeo también celebrará elecciones entre el 6 y el 9 de junio.
La experiencia pasada de este tipo de "riesgo de evento" muestra que los grandes cambios pueden desencadenar ventas masivas de los llamados activos de riesgo: acciones y bonos corporativos. Al mismo tiempo, los bonos del Estado tienden a servir como depósito de valor, ya que la estabilidad financiera a largo plazo de los propios gobiernos no está necesariamente en juego. Sin embargo, hay algunas excepciones notables a esta regla de las que los inversores siempre deben desconfiar.
6) Un crack immobiliario comercial
Al igual que la mayoría de los demás inversores, los expertos de MIM ven la posibilidad de que se produzcan importantes depreciaciones en algunos activos de oficinas, en gran medida como consecuencia del cambio en las preferencias laborales a raíz de Covid-19.
"Hemos intentado identificar los distintos puntos de contacto entre la economía en su conjunto y los inmuebles comerciales, y aunque vemos problemas potenciales para los fondos de pensiones, por ejemplo, creemos que la mayoría de los problemas para los mercados públicos se localizarán en los bancos regionales", opinan.
7) El desplome del crecimiento secular de China
Muchos observadores predijeron que la reapertura de China tras la crisis del Covid-19 impulsaría el crecimiento en 2023, pero no ha sido así. Una de las principales razones es la crisis inmobiliaria, ya que el sector inmobiliario representa entre el 15% y el 30% del PIB del país, dependiendo de cómo se defina.
La debilidad económica de China aún podría plantear un reto en 2024. Si la economía china se estanca o se hunde, el riesgo de recesión también aumenta para sus socios comerciales.
8) Conflicto China-EEUU
El 15 de noviembre, el presidente estadounidense, Joe Biden, y el presidente chino, Xi Jinping, celebraron en San Francisco su primer encuentro cara a cara en un año, con el objetivo de estabilizar una relación cada vez más tensa.
Pero el riesgo de conflicto persiste, causando ya incertidumbre económica mundial y una rápida "deslocalización" de empresas que buscan protegerse de las consecuencias de un conflicto entre las dos superpotencias.
Cómo compensar los riesgos y encontrar oportunidades en 2024
Según los expertos de MIM, la lista de riesgos hasta 2024 tiene dos temas coherentes.
"En primer lugar, creemos que la mayoría de estos riesgos causan volatilidad, pero no alteran necesariamente las expectativas de rentabilidad futuras, lo que significa que en muchos casos la dislocación de precios resultante de estos acontecimientos podría ser una oportunidad de compra", opinan.
"En segundo lugar, tendemos a buscar en la deuda pública de alta calidad una cobertura frente al riesgo geopolítico. ¿Por qué lo hacemos? Es una propuesta de seguridad relativa. Los acontecimientos geopolíticos no desencadenan sistemáticamente ventas masivas en los mercados de renta variable, pero cuando ocurren, la mayoría de las veces encontramos que los bonos del Estado -especialmente a largo plazo, pero a veces también a corto plazo- proporcionan protección".