Las inciertas condiciones económicas y financieras están pasando factura a las inversiones sostenibles. Las últimas estadísticas de Morningstar revelan que los fondos sostenibles atrajeron 18.000 millones de dólares en todo el mundo en el segundo trimestre de 2023, frente a los 31.000 millones del primer trimestre.
La ralentización de los flujos hacia las inversiones ESG, es decir, aquellas que prestan atención a factores medioambientales, sociales y de gobernanza, se ha observado en casi todo el mundo, incluida Europa, que, sin embargo, está mostrando cierta resistencia a los vientos en contra.
El sector de los fondos sostenibles no sólo ha experimentado un descenso de las suscripciones, sino también de los lanzamientos de nuevos productos, especialmente en Europa, tras el auge de los últimos años.
Cuadro normativo en evolución
En el Viejo Continente, las sociedades gestoras tienen que hacer frente a la evolución de la normativa para combatir el "greenwashing" y ofrecer más protección a los inversores. Por ejemplo, las aclaraciones de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (la ESMA, European securities and markets authority) sobre la clasificación de los fondos con arreglo a los artículos 8 y 9 del SFDR provocaron la rebaja de categoría de unos 350 fondos entre finales de 2022 y principios de 2023.
El 13 de junio, sin embargo, la Comisión Europea propuso ampliar la taxonomía más allá de los activos relacionados con el clima para incluir la biodiversidad, el agua, la contaminación y la economía circular. El mismo día, anunció una medida para regular a los proveedores de calificaciones ESG, que incluye, entre otras cosas, requisitos sobre la gestión de conflictos de intereses y una mayor transparencia sobre las metodologías.
En un entorno normativo incierto, algunas gestoras han eliminado la referencia a la sostenibilidad en el nombre de sus fondos, como informó Ignites Europe en un artículo el 20 de septiembre. Mientras tanto, los reguladores siguen vigilando el uso de términos ESG, especialmente en productos para pequeños inversores, en la creencia de que los abusos pueden socavar la confianza e impactar negativamente en la transición hacia una economía más sostenible.
Morningstar dedica toda la semana a la inversión sostenible, con análisis y reflexiones sobre las tendencias, estrategias y retos actuales.