El lio en el consejo de administración de la gestora suiza GAM ha sido noticia este verano, pero los continuos retos financieros de la compañía y el deterioro del clima empresarial son los verdadera motivos para el equipo de analistas de Morningstar.
Hemos rebajado el rating de la Sociedad Gestora ("Parent") de GAM, un componente clave de nuestro rating Morningstar de fondos, a "Bajo". Esta es la calificación más baja en nuestro sistema de calificación de cinco puntos.
Las calificaciones Morningstar de las gestoras tratan de medir en qué medida la cultura y las prácticas de una sociedad gestora de fondos son susceptibles de apoyar resultados positivos para los inversores en sus fondos. Por ejemplo, una calificación alta es el resultado de una eficaz retención del talento y planificación de la sucesión de los gestores, lo que favorece la longevidad de los equipos y estrategias de inversión.
Por otra parte, las empresas que adoptan lanzamientos de productos de moda o permiten que se inflen los fondos de alta rentabilidad demuestran una mala gestión del capital de los inversores.
Las estructuras de incentivos de los equipos de inversión y la solidez de la infraestructura de gestión de riesgos también reflejan cómo priorizan las empresas la rentabilidad a largo plazo de los fondos sobre los beneficios a corto plazo.
Es poco frecuente que la salud financiera general y la dirección estratégica de una gestora se conviertan en factores decisivos en la calificación de una matriz. Sin embargo, en el caso de GAM, estas cuestiones han cobrado protagonismo.
GAM ha estado en problemas desde 2018, cuando los fallos en la gestión del riesgo en toda su gama de fondos de retorno absoluto llevaron a la suspensión de un gestor de cartera y a la liquidación de varios fondos.
Desde entonces, Morningstar ha otorgado a GAM una calificación de "inferior a la media", junto a otras gestoras europeas con problemas como Allianz, Third Avenue y Lindsell Train.
Todas estas empresas, al igual que GAM, tienen equipos de inversión con talento, pero luchan por apoyarlos con procesos adecuados de gestión de riesgos.
Aunque GAM formalizó y reforzó posteriormente sus procedimientos de gestión de riesgos, otros factores siguieron pesando sobre su calificación de 'Parent', incluidas las estructuras de incentivos que vinculaban directamente las bonificaciones de los gestores de fondos a los niveles de activos y los ingresos, un potencial conflicto de intereses con los inversores del fondo.
En agosto de 2023, cuando el intento del consejo de GAM de organizar una venta del negocio a la gestora de activos con sede en el Reino Unido Liontrust fracasó con la votación de los accionistas, los desafíos de GAM fueron aún más agudos.
Las salidas de dinero de su gama de fondos han continuado desde la crisis de 2018; sus activos gestionados cayeron de 84.000 millones de francos suizos en junio de 2017 a 22.000 millones en junio de 2023. La empresa registró pérdidas anuales todos los años entre 2020 y 2022, así como en el primer semestre de 2023.
Durante una conferencia telefónica el 21 de agosto con los accionistas a favor de la venta a Liontrust, la dirección de GAM declaró que la empresa necesitaba una inyección inmediata de efectivo de 100 millones de francos suizos para seguir operando.
Un grupo de inversores activistas encabezados por la empresa NewGAMe del multimillonario francés Xavier Niel y el gestor de patrimonios suizo Bruellan, que encabezaron una campaña de alto nivel contra el acuerdo con Liontrust, no estuvieron de acuerdo.
El grupo espera instalar a su propio candidato para el consejo y el puesto de consejero delegado -el veterano Randel Freeman- en la próxima junta general de accionistas a finales de septiembre y propone cubrir las necesidades inmediatas de efectivo de GAM mediante la emisión de un bono convertible de 25 millones de francos suizos.
Han publicado un plan con el que creen que GAM podría volver a ser rentable en 100 días a través de medidas como el recorte de costes, la racionalización de su gama de fondos y la reducción de los objetivos de remuneración.
Sea cual sea el resultado de la próxima Junta General de Accionistas, creemos que la posición financiera y comercial de GAM a medio plazo probablemente tendrá un impacto negativo en la rentabilidad de los inversores en muchos de sus fondos.
Aunque la autonomía que GAM da a sus equipos de inversión ha ayudado históricamente a retener a los gestores, los cambios en los equipos de gestión se han acelerado en los últimos años y es probable que aumenten aún más si se introducen nuevas medidas de austeridad.
Es probable que la continua incertidumbre sobre la salud financiera y la dirección estratégica del negocio provoque aún más problemas de personal, y la presión para generar beneficios a corto plazo podría fomentar prácticas perjudiciales para los inversores, como priorizar la captación de activos sobre el alfa o aumentar el riesgo para generar rentabilidad a corto plazo.
Es una pena, ya que GAM cuenta con muchos equipos de talento, sobre todo en deuda emergente y renta variable japonesa.