James Gard: La temporada de resultados nos ha dado nuevas sorpresas, pero la mayor en términos de impacto en el precio de las acciones ha sido Rolls-Royce. La empresa fabrica y mantiene motores para aviones de pasajeros y militares. En una época de auge de los viajes y de guerra en Europa, es un buen negocio. Y su larga y penosa reestructuración parece estar dando sus frutos. Antes de sus resultados semestrales del 3 de agosto, Rolls Royce mejoró considerablemente sus previsiones de beneficios de explotación y flujo de caja. El precio de la acción se disparó un 20% ese día y ha subido más de un 90% en lo que va de año.
Las cosas no siempre han sido tan prometedoras. La última vez que analicé Rolls Royce fue en febrero de 2022. En aquel momento, las acciones estaban cayendo porque el consejero delegado había dimitido y había dudas sobre la recuperación del sector de los viajes. La empresa acababa de pedir dinero a los inversores. Más de un año después, las perspectivas parecen haber cambiado radicalmente a favor de la empresa. Un nuevo Director General, que empezó a ejercer sus funciones en enero de este año, ha seguido reorganizando Rolls Royce y recortando costes.
En términos de métricas Morningstar, Rolls tiene un foso económico estrecho debido a su experiencia en aeroespacial civil. Pero las acciones están ahora sobrevaloradas tras las recientes subidas.
La empresa no ha pagado dividendos desde la pandemia, pero eso podría cambiar el año que viene. Además, la demanda de viajes es siempre difícil de predecir, sobre todo después de la pandemia y cuando el cambio climático altera la tradicional temporada de vacaciones. Tras la subida de las temperaturas en el sur de Europa, muchos viajeros se replantean sus planes de playa para el verano. Para Morningstar, soy James Gard.
