La siguiente pregunta lógicame
nte es: ¿con cuál de los dos fondos me quedo? En principio, como los dos fondos obtienen cinco estrellas, parece que da más o menos lo mismo uno que otro. ¡Craso error! Aunque los dos fondos obtienen el mismo rating, eso no significa que sean equivalentes entre sí. De un examen en profundidad de la cartera de estos dos fondos se desprende que existen diferencias importantes entre uno y otro. Veamos con más detalles esas diferencias.
El tamaño del fondo
Existe en primer lugar una diferencia entre el patrimonio del BBVA Bolsa USA y el del Fidelity American Growth Fund. El primero alcanza unos 320 millones de euros mientras que el segundo llega hasta los 890 millones de dólares, es decir tres veces más que el primero. Aunque en este caso la diferencia no es extremadamente importante, el tamaño de un fondo sí que puede en algunas circunstancias condicionar la forma de gestionarlo, para bien o para mal.
El porcentaje invertido en la cartera
En algunos casos también podemos encontrar diferencias, dentro de una misma categoría de fondos, respecto al porcentaje (de acciones en el caso descrito) invertido en la cartera. En nuestro ejemplo, vemos cómo (a 31/08/2001) el BBVA Bolsa USA tenía un 94% de su cartera invertido en acciones (el resto estaba en liquidez) frente a un 100% para el Fidelity American Growth (a 31/05/2001).
El grado de diversificación
Por grado de diversificación, entendemos el número de títulos o de acciones presentes en la cartera del fondo. No asumen en efecto el mismo riesgo un fondo que tiene en cartera 61 valores (como el BBVA Bolsa USA) que uno (como el Fidelity American Growth) que tiene 273. En todo caso, también es interesante notar que en ambos fondos las 10 mayores posiciones representan aproximadamente el mismo peso (en torno a un 30% de la cartera).
La volatilidad
En cuanto a la volatilidad registrada por cada fondo y medida por la desviación estándar a 3 años (es, por lo tanto, un indicador del grado de fluctuación del valor liquidativo), ya vemos aparecer diferencias notables. Mientras el fondo del BBVA presenta una volatilidad del 27%, la del fondo de Fidelity alcanza cuotas mucho más elevadas, del 41%. Esto nos indica claramente que estos dos fondos (a pesar de invertir ambos exclusivamente en acciones americanas) tienen comportamientos muy dispares.
El estilo de gestión
También se aprecian diferencias entre los dos fondos respecto al estilo de gestión. El Fidelity American Growth es, tal como indica su nombre, un fondo invertido principalmente en acciones de crecimiento (caras en términos de precio/beneficio, precio/cash flow o precio/valor contable pero con un fuerte potencial de crecimiento en cuanto a beneficios) mientras que por su parte el BBVA Bolsa USA es un fondo con estilo de gestión mixto (es difícil catalogarlo como fondo de valor o fondo de crecimiento).
Además, este último también concentra sus inversiones en valores de gran capitalización bursátil (un 98% de la cartera de acciones) mientras que el fondo de Fidelity reparte sus inversiones entre valores de pequeña (15%), mediana (50%) y gran capitalización (35%) (vea por ejemplo la comparativa entre los Style Box de los dos fondos).
La distribución sectorial
No todos los fondos pertenecientes a una misma categoría (que no sean fondos sectoriales por supuesto) invierten de la misma forma en los distintos sectores. En nuestro ejemplo, podemos apreciar cómo el Fidelity American Growth muestra una clara preferencia por el sector de la tecnología (37%) mientras que el BBVA Bolsa USA distribuye casi equitativamente su cartera entre los sectores de farmacia (18%), finanzas (17%) y tecnología (17%).
Los principales valores
Otra manera de observar las diferencias que puedan existir entre un fondo y otro es examinando los principales valores de sus carteras.
La rentabilidad
Todas estas diferencias tienen su traducción en la rentabilidad conseguida por cada fondo. Es un error pensar que dos fondos con el mismo rating obtienen necesariamente obtengan rentabilidades similares (recuerde que el rating también incorpora una medida del riesgo asumido). Y aquí tenemos un ejemplo muy claro. En efecto, mientras el fondo de Fidelity ha acumulado una rentabilidad de casi el 120% en los últimos tres años, el del BBVA “apenas” consigue un 90%, una diferencia sin duda bastante significativa pero compensada por su menor riesgo.
¿Entonces cuál elegir?
Este pequeño ejemplo nos sirve para demostrar que para elegir un buen fondo de inversión no sólo hay que pararse en su rating. Es fundamental, además de ello, examinar detalladamente su cartera (con las herramientas que ponemos a su disposición) para ver si el fondo encaja perfectamente dentro del conjunto de su cartera.
Si, por ejemplo, nuestra cartera ya se encuentra bastante sobreponderada en el sector tecnológico, el BBVA Bolsa USA es de los dos fondos el que ofrece el mejor complemento de diversificación. Por el contrario, si ya tenemos en cartera “fondos value” de gran capitalización, entonces en este caso puede que sea el fondo de Fidelity el más adecuado.