La inyección de liquidez de 50.000 millones de francos suizos por parte del banco central suizo anunciada esta mañana podría dar a Credit Suisse un tiempo precioso para llevar a cabo una reestructuración más radical de lo previsto.
Ha quedado claro que el actual plan de reestructuración no va lo suficientemente lejos para responder a las preocupaciones de los financiadores, los clientes y los accionistas. Creemos que la clave para restablecer la confianza y garantizar su viabilidad es que Credit Suisse reduzca de forma ordenada su deficitario negocio de trading.
Aunque creemos que la inyección de liquidez es positiva, la situación sigue siendo muy fluida, por lo que mantenemos en revisión nuestra estimación del valor razonable y la calificación del "moat".
Acogemos con satisfacción la confirmación de Credit Suisse de que su cartera de bonos de activos líquidos de alta calidad está totalmente cubierta frente al riesgo de tipos de interés. Esto debería reducir las preocupaciones en torno a las posibles pérdidas a precios de mercado de los bonos mantenidos hasta su vencimiento. Credit Suisse también reiteró que su cartera de préstamos sigue siendo sólida, con un 90% de préstamos garantizados.
Sin embargo, Credit Suisse tiene un problema de rentabilidad, no de calidad de los activos. Su actual plan de reestructuración es demasiado complejo y no ofrece suficientes detalles sobre el futuro del negocio de banca de inversión.
La banca de inversión ha sido la fuente de muchos de los problemas de Credit Suisse en el pasado. Según el plan de reestructuración actual, Credit Suisse conservará el negocio de trading, que siempre ha sido poco rentable. La escisión de algunas de las actividades de banca de inversión más rentables en un "nuevo" vehículo CS First Boston parece un cambio cosmético, con sólo vagos indicios de una posible salida a bolsa en el futuro.
Creemos que es necesaria una separación más radical de las actividades de banca de inversión de Credit Suisse para restablecer la confianza. Credit Suisse debería reducir las actividades de negociación de valores. También debería aclarar la estructura de propiedad final de CS First Boston con un calendario claro para una OPV u otra enajenación.
A pesar de su sólido coeficiente de capital ordinario de nivel uno del 14,1%, creemos que Credit Suisse necesitaría capital adicional para financiar los costes de reestructuración que conlleva el cierre de las actividades no rentables. Como hemos indicado anteriormente, la reticencia del Banco Nacional Saudí a aportar más capital dificulta una emisión de derechos. La enajenación de algunas unidades de negocio de mayor calidad o la cotización de una participación minoritaria en el rentable y estable negocio bancario suizo de Credit Suisse son otras vías a considerar.