En el transcurso de dos años, el presupuesto del Departamento de Defensa de EE.UU. (DOD) crecerá casi un 10%, más rápido que la economía de EE.UU., hasta alcanzar los 813.000 millones de dólares, según la Solicitud de Presupuesto de Defensa Nacional para el año fiscal 2023.
Este aumento es un reflejo de las amenazas derivadas de la guerra en Ucrania, las tensiones con China o la aparición de conflictos locales en Oriente Medio o en África.
A pesar del aumento del gasto militar, los resultados de los principales contratistas estadounidenses distan mucho de ser espectaculares.
En los últimos 5 años, el índice Morningstar US Aerospace and Defense ha obtenido unos resultados muy inferiores a los del índice Morningstar US Market (gráfico).
Una de las razones ha sido el bajo rendimiento de Boeing , que se vio envuelta en la inmovilización de sus aviones 737 MAX antes de verse afectada por la pandemia de COVID-19.
Nick Owens, analista de Morningstar que cubre la compañía, espera que Boeing se recupere gracias a la certificación de sus nuevos diseños de aviones 737 MAX-7 y MAX-10 y a la reapertura de China, donde sus aviones volvieron recientemente al servicio activo.
Al resto del sector le fue ligeramente mejor, con ganancias acumuladas de entre el 39% y el 80% en los últimos 5 años.
La situación no siempre ha sido brillante y próspera. Entre 2009 y 2014, el gasto en defensa disminuyó en Estados Unidos, lo que obligó a los contratistas estadounidenses a centrarse más en la protección de los márgenes que en la expansión del negocio.
Después de 2015, el presupuesto volvió a aumentar, reflejando una creciente demanda de sistemas de defensa y la atención puesta en China y Rusia como amenazas crecientes. Un par de operaciones de fusiones y adquisiciones vieron la combinación de Harris y L3 Technologies y la fusión de United Technologies y Raytheon en Raytheon Technologies.
Tras la guerra de Ucrania, los contratistas estadounidenses están viendo las perspectivas de un mayor gasto militar y un aumento de los beneficios. Según datos de consenso, se espera que los ingresos acumulados de los seis mayores contratos de defensa (Lockheed Martin, Raytheon Technologies, General Dynamics, Boeing, Northrop Grumman y L3Harris Technologies) crezcan un 7,1 % anual entre 2022 y 2025.
Se espera que sus ingresos netos casi se dupliquen, pasando de 19.000 millones de dólares en 2022 a 34.000 millones en 2025.
En cuanto a la valoración, las perspectivas más sólidas parecen bien valoradas por los inversores.
El múltiplo medio EV/EBTIDA de los mayores contratistas de defensa estadounidenses se sitúa actualmente en 16,6 veces las estimaciones para los próximos doce meses, frente a las 12,6 veces del mercado estadounidense.