Turquía: ¿riesgo u oportunidad?

La bolsa turca ha subido mucho este año, pero el empeoramiento del panorama macroeconómico y la incertidumbre sobre los nuevos escenarios políticos hacen temer un brusco retroceso.

Francesco Lavecchia 28/12/2022
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¿A qué se debe el extraordinario comportamiento de la bolsa turca? Desde principios de año, el índice Morningstar Turquía ha ganado un 99,53% (en euros a finales de noviembre), superando a los mercados bursátiles de Europa Emergente, su región de referencia, que ha caído un 66% durante el mismo periodo, y a los mercados mundiales en su conjunto, como demuestra el descenso del -10,16% registrado por el índice Morningstar Global Markets.

 

¿Qué ha impulsó al mercado turco?

Algunos podrían imaginar que la razón de este resultado es la gran exposición del mercado turco al sector de la energía, que ha crecido un 44% desde principios de año (rentabilidad en euros del índice Morningstar Global Energy) y ha registrado el mejor comportamiento entre los sectores económicos, pero si observamos la composición del índice Morningstar Turkey, vemos que el peso de la energía no llega al 5%, casi la mitad del que tiene en el índice de referencia de los mercados emergentes europeos.

Por otra parte, si examinamos más detenidamente las rentabilidades de los valores que componen la cesta del índice Morningstar Turquía, vemos que la Bolsa de Estambul se ha visto impulsada por los sectores más sensibles al ciclo económico, como la industria manufacturera, los bienes de consumo, las materias primas y los servicios financieros, que en conjunto pesan más del 70% de la capitalización bursátil del índice de referencia y han registrado ganancias de entre el 95% y el 118% (en euros) durante el periodo.

 

Comparativa bolsa turca

Ojo con los riesgos

Las cifras del PIB turco muestran que la economía del país creció un 11,4% en 2021 y, a pesar de una ralentización en 2022, registra tasas de crecimiento significativamente superiores a las de países más desarrollados, como los de la Zona Euro. Sin embargo, Mohsin Memon, gestor de fondos de mercados emergentes de Schroders, advierte sobre las razones de la hazaña de la bolsa turca: "El fuerte rendimiento de este año se ha visto impulsado principalmente por factores no fundamentales, como la elevada inflación interna, que ya ha alcanzado el 86% interanual, unida a una política monetaria expansiva. En lugar de enfriar la carrera del índice de precios, el banco central recortó los tipos de interés en 3,5 puntos porcentuales, hasta el 10,5%, desde el pasado agosto.  Debido a unos tipos de interés reales tan negativos y a unos rendimientos públicos tan poco atractivos, los inversores locales se han visto obligados a entrar en el mercado bursátil para intentar proteger sus ahorros de la inflación galopante".

La cuestión, por tanto, es si es probable que esta dinámica cambie a corto plazo, y Andrew Rymer, Estratega Senior de la Unidad de Investigación Estratégica de Schroders, se muestra pesimista sobre las perspectivas del país a corto plazo: "Las políticas bajo el liderazgo del Presidente Erdogan llevan mucho tiempo lejos de ser ortodoxas.

Según el gobierno, un tipo de cambio competitivo y unos tipos de interés reales negativos habrían contribuido a cerrar el déficit por cuenta corriente, fomentar la inversión extranjera directa y controlar la inflación. Pero, gracias también al aumento de los precios del gas y el petróleo, de los que Turquía es importador neto, al debilitamiento de la lira y a la ralentización de la demanda mundial, el déficit por cuenta corriente ha aumentado hasta el 4,5% del PIB y la inflación se ha disparado.

A este panorama económico se añade la creciente incertidumbre política. "En junio del año que viene habrá elecciones presidenciales y, si no hay grandes cambios, estas fragilidades seguramente aumentarán, con repercusiones negativas también en los fundamentos empresariales", añade Rymer.

 

Perspectivas a largo plazo

Por otra parte, no hay que olvidar las perspectivas de crecimiento a largo plazo del país. Turquía tiene datos demográficos muy interesantes: en 2021, la población creció un 0,8% y la edad media ronda los 30 años, con más del 40% de los habitantes entre 18 y 44 años, cifras que auguran un crecimiento del consumo interno. Además, las exportaciones son cada vez más importantes para la economía del país.

En los últimos cinco años, el peso de las exportaciones en el PIB global ha aumentado casi 10 puntos porcentuales, del 26% en 2017 al 35% en 2021 (fuente: theGlobalEconomy.com), y Turquía está bien posicionada para aprovechar el crecimiento de los mercados de Oriente Medio, como demuestra el aumento del 25% en los nueve primeros meses de 2022 (interanual) de las exportaciones a estos países.

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Sobre el Autor

Francesco Lavecchia

Francesco Lavecchia  è Research Editor di Morningstar in Italia

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