Las subidas de tipos de interés realizadas por la reserva Federal y el Banco Central Europeo (pero sobre todo los duros discursos de sus respectivos presidentes para atajar la inflación) no han sentado bien a las bolsas durante esta semana. En Estados Unidos el índice Morningstar US Market cedió un 2,0% en dólares y un 2,7% en euros (prueba de que el billete verde se depreció durante la semana).
En Europa, el índice Morningstar Europe perdió aún más, un 3,2%. El índice español fue el que mejor parado salió, aunque aún así perdió un 1,9%.
El euro volvió a mostrarse fuerte frente a la libra esterlina: ganó un 1,9% en la semana, lo que explica que el índice británico perdiera un importante 3,7% en ese periodo.
Los mercados emergentes tampoco se libraron de las pérdidas. El índice Morningstar Emerging Markets cedió un 2,7% en euros. A nivel de mercados nacionales, el brasileño fue el más perjudicado con una caída del 4,5% en divisa local y un 6,1% en euros.
La semana fue tan negativa para los inversores que ni la renta fija pudo ofrecer ganancias. Si nos centramos en el área euro, todos los segmentos sufrieron pérdidas: del 2,2% para el segmento de deuda pública, del 1,0% para el segmento de deuda corporativa de calidad y del 0,5% para el high yield.
Las pérdidas fueron generalizadas en todos los sectores. Destacaron las pérdidas de casi el 4% en euros que registraron los sectores de consumo cíclico y de materiales, mientras que el sector energético consiguió limitar su caída al 0,2%.
La semana fue mixta en los mercados de materias primas, con subidas en las materias primas energéticas (el Brent y el West Texas subieron un 3,2% y un 4,8% en dólares respectivamente) y bajadas para los metales (el cobre retrocedió un 3,1% en dólares y la plata un 1,6%).
Por último, las principales temáticas también sufrieron esta semana, con muchas de ellas con caídas por encima del 3% en euros.