Asumir riesgos es una parte inevitable de la inversión. Pero puede gestionar esos riesgos eligiendo categorías de activos que han demostrado tener menos riesgo, como los bonos del Estado o las acciones defensivas.
Los inversores que trabajan con un asesor pueden elaborar un perfil que defina la cantidad de riesgo que están dispuestos a asumir. También existe la opción de hacer un perfil de inversor para definir la cantidad de riesgo que está dispuesto a asumir.
Si está dispuesto a asumir un riesgo relativamente alto como inversor, hay muchas categorías de activos de alto riesgo a las que puede recurrir, o evitar, si considera que el riesgo es demasiado alto. Dentro de las categorías generales de bonos y acciones hay varias opciones.
Los bonos más arriesgados
Los bonos se consideran menos arriesgados en general, pero las categorías de mayor riesgo son las de alto rendimiento y mercados emergentes. La recompensa por el riesgo puede ser alta en términos de rentabilidad, pero ésta refleja la mayor probabilidad de impago.
No se trata sólo del riesgo de una pérdida medida en porcentaje, sino también de la volatilidad de estos rendimientos. Por ejemplo, un fondo de bonos de alto rendimiento puede tener éxito y ofrecer buenos rendimientos en un plazo de algunos meses, pero a continuación puede producirse un periodo de bajo rendimiento.
Las acciones más arriesgadas
En el caso de las acciones, el riesgo depende principalmente del sector. Las acciones de crecimiento tienden a ser de mayor riesgo, ya que estas empresas tienen un alto potencial de crecimiento de los ingresos y los beneficios. Sin embargo, el horizonte de rentabilidad puede ser lejano si siguen dando pérdidas.
La tecnología es conocida por su riesgo, pero hay un sector específico que destaca: la biotecnología.
Invertir en empresas de biotecnología supone casi siempre una apuesta arriesgada; tratan de desarrollar un fármaco o tratamiento con alto potencial para convertirse en líder del mercado, generando altos márgenes en un nicho donde no hay mucha competencia. Si tienen éxito, la recompensa puede ser enorme, pero el riesgo de fracaso también lo es.
Hay fondos dedicados a este sector y su objetivo es seleccionar las empresas más prometedoras que podrían convertirse en líderes con un producto único que podría aportarles una ventaja competitiva duradera, o un Wide Economic Moat, en términos de Morningstar.
Un ejemplo de fondo exitoso es el Candriam Biotechnology, gestionado por un gestor muy capacitado y experimentado que conoce todos los entresijos del sector. El fondo tiene un Morningstar Analyst Rating de Silver para su clase de acciones R "limpia".
Su mayor pérdida potencial
Otra forma de pensar en los riesgos no es el tipo de inversión, sino la cantidad que pone en riesgo. Desde este punto de vista, la compra de una vivienda podría ser el mayor riesgo que uno corre como inversor privado. Si la economía mundial y el mercado de la vivienda van a la baja y su casa vale en algún momento menos de lo que pagó por ella, podría acabar con una hipoteca que no puede pagar con los ingresos de la venta de su casa. Entonces tendrás que refinanciar esa deuda restante y pedir una nueva hipoteca.
Tal vez pueda financiar todo eso en una sola operación, pero en cualquier caso se verá atrapado con una deuda elevada y unos costes mensuales altos durante bastante tiempo. En este caso, la compra de una casa no es una forma de crear valor, sino de aumentar la deuda. Y eso puede ser un riesgo mayor que el de perder parte del dinero invertido en acciones o bonos durante un descenso del mercado.
Etapas de la vida
El riesgo también puede correlacionarse con las etapas de la vida. Como siempre defiende Morningstar, mire a largo plazo y no venda en los malos tiempos si no lo necesita. Pero a veces puede tener que hacerlo, dependiendo de lo que ocurra en su vida. Debe estar preparado para ello.
Además del riesgo de perder dinero, también existe el riesgo de no ganar dinero. La jubilación es un hito, por lo que es posible que tenga que obtener ingresos adicionales cuando deje de percibir su salario, y si su pensión se queda corta.
Si no empieza con suficiente antelación a invertir para obtener ingresos adicionales en la jubilación, puede acabar con ingresos insuficientes en sus años de mayor edad. Se trata de un riesgo que no parece ahora, pero que puede convertirse en realidad con el tiempo.