Las acciones chinas han estado en una montaña rusa, arrastrando a los fondos cotizados con grandes participaciones en estos valores.
A principios de marzo, el índice Hang Seng se desplomó más de un 20% desde su inicio en 2022, alcanzando su nivel más bajo en seis años, y el índice Hang Seng Tech se desplomó hasta un 40%. El índice Morningstar China cayó un 28,5% en el mismo periodo.
La preocupación por el impacto de los cierres por coronavirus en China fue una de las principales razones de las ventas. Otra fue el creciente conflicto entre los reguladores estadounidenses y chinos, ya que la SEC (Comisión de Valores y Bolsa americana) advirtió que estaba más cerca de ordenar la exclusión de bolsa de acciones de cinco empresas con sede en China que cotizan en la Bolsa de Nueva York y el Nasdaq, si esas empresas no cumplen con normas más estrictas de contabilidad y divulgación. Estas acciones se conocen como ADRs.
Sin embargo, el viaje no había terminado. Cuando los inversores oportunistas empezaron a pescar acciones golpeadas, los medios de comunicación estatales chinos insinuaron el apoyo del gobierno para avanzar hacia un plan de cooperación con los reguladores estadounidenses. Esto provocó un fuerte rebote, y las principales empresas tecnológicas chinas registraron en los mercados de Hong Kong ganancias de hasta el 30% en un solo día.
Incluso después del rebote, los inversores de muchos ETFs con peso en China siguen enfrentándose a grandes pérdidas. El ETF Invesco Golden Dragon China (PGJ), de 212 millones de dólares y con una alta participación en ADRs, ha perdido un 9,4% (en dólares) en lo que va de año, tras desplomarse un 42,8% en 2021. El KraneShares CSI China Internet ETF (KWEB), de 6.300 millones de dólares, que replica un índice centrado en las empresas tecnológicas chinas que cotizan en el extranjero, también ha ofrecido un perfil de rentabilidad similar, con una caída del 8,0% en lo que va de 2022, y cerca del 50% en 2021. El iShares MSCI China ETF (MCHI), por su parte, ha registrado una caída del 6,4%.
Al mismo tiempo, la amenaza de exclusión de la bolsa persiste. La primera tanda de cinco empresas citadas por la SEC tendrá hasta finales de marzo para demostrar el cumplimiento de las auditorías o, de lo contrario, tendrán que dejar de cotizar en la bolsa de Nueva York en 2024.
Los valores en el punto de mira son: el operador de cadenas de comida rápida Yum China (YUMC), el proveedor de soluciones de procesamiento de obleas ACM Research (ACMR) y las empresas biofarmacéuticas BeiGene (BGNE), Zai Lab (ZLAB) y HutchMed (HCM).
"Esperamos que en las próximas semanas se incluyan más ADRs chinos en la lista provisional", afirma Ivan Su, analista senior de renta variable de Morningstar. A medida que las empresas vayan publicando sus informes anuales, la SEC irá examinando la presentación de las empresas para comprobar si se ajustan a los nuevos resultados.
¿Qué ETFs tienen más acciones en riesgo?
Según los datos de Morningstar Direct, en el mercado de ETFs de renta variable china de 37.000 millones de dólares en EE.UU., el 16% de los activos son ADRs y el 5% de esos activos compran valores chinos que actualmente sólo cotizan en las bolsas estadounidenses.
Entre los productos ETF globales, el PGJ es una cartera centrada en ADRs chinos, y el KWEB, de 6.300 millones de dólares, ha mantenido el 50% de sus activos en ADRs chinos.
En cuanto a los cinco valores señalados por la SEC como en riesgo de exclusión, MCHI, que cuenta con 6.400 millones de dólares bajo gestión, es el mayor tenedor del lote en términos de dólares al 28 de febrero. Los ADR chinos que posee MCHI suman 76,4 millones de dólares, pero sólo representan alrededor del 1,6% de sus activos.
En cuanto al impacto por la ponderación de la cartera, dado que BeiGene, HutchMed y Zai Lab se encuentran en el sector sanitario, los mayores propietarios se inclinan hacia los fondos temáticos. Por ejemplo, el Global X MSCI China Health Care ETF (CHIH) se encuentra entre los principales propietarios de BeiGene (una ponderación del 5,9%), HutchMed (1,8%) y Zai Lab (2,7%) de sus activos gestionados. En cuanto a Yum China, el Global X MSCI China Consumer Disc ETF (CHIQ) y el KraneShares MSCI China ESG Leaders ETF (KESG) encabezan el resto de ETFs al poseer el 4,1% y el 2,6% de las acciones de la cadena de comida rápida en sus carteras, respectivamente.
Entre otros ADRs chinos de gran difusión se encuentra el proveedor de motores de búsqueda Baidu (BIDU), propiedad de ETFs con más de 750 millones de dólares en activos totales. Las plataformas de comercio electrónico Alibaba Group (BABA), JD.com (JD) y Pinduoduo (PDD) también son participaciones comunes.
Consecuencias de la exclusión de la bolsa para los inversores
¿Cuáles serían las implicaciones para los inversores en estos ETFs si se produce la exclusión de la cotización?
Aparte de la volatilidad del mercado, no debería haber implicaciones significativas para los accionistas de ETFs, dice Lorraine Tan, directora de investigación de renta variable de Morningstar, Asia. Tan señala como ejemplo la exclusión de la cotización de CNOOC, China National Offshore Oil Corporation (00883), en diciembre de 2001.
"Hay un proceso establecido al que los fondos tendrán que referirse si esto ocurre", dice Tan. En el caso de las empresas que cotizan en otro lugar, normalmente en Hong Kong, aunque se produzca la exclusión de la cotización, los fondos pueden convertir las acciones estadounidenses en acciones de Hong Kong. El procedimiento de exclusión de la lista en sí no tendría implicaciones fundamentales, por lo que sus valoraciones deberían seguir siendo las mismas.
Tan señala que hay un coste para los fondos implicados, pero no es uno que suponga una pérdida significativa para los inversores. En el caso de CNOOC, la conversión en acciones cotizadas en Hong Kong costó a los fondos 5 dólares por cada 100 ADRs.
Tan prosigue: "La alternativa es vender [los ADR] y comprar las acciones de Hong Kong si el inversor quiere conservar sus participaciones y prefiere no esperar al periodo de conversión obligatoria. Mientras tanto, deberíamos esperar más avisos de la SEC a las empresas con negocios en China que cotizan en EE.UU.".
Jackie Choy, director de investigación de ETFs de Morningstar, Asia, dice que un ETF simplemente reflejaría los cambios en los índices que resultan de la exclusión de la bolsa: "En el caso de que una empresa sólo cotice en ADR, cuando se acerque la fecha de exclusión, dicha exclusión se reflejaría en el índice. Por lo tanto, el ETF estaría vendiendo las posiciones".
Algunos proveedores se están adelantando a una posible exclusión de la cotización
La gestora de KWEB, KraneShares, que cuenta con 6.900 millones de dólares bajo gestión, anunció el 11 de marzo que avanzaría hacia una transición completa de la tenencia de las acciones de Hong Kong. "Creemos que todavía es posible alcanzar un compromiso entre los reguladores estadounidenses y chinos, pero estamos convirtiendo nuestras participaciones en ADR en acciones de Hong Kong porque creemos que hacerlo es lo mejor para nuestros clientes", dijo la empresa. KraneShares espera que la cartera se componga únicamente de acciones de Hong Kong a finales de 2022, gracias a la continua conversión de ADRs estadounidenses y a la nueva cotización en Hong Kong.
Aun así, los inversores deberían estar atentos a la evolución de la amenaza de exclusión de la bolsa, dice Choy: "En las inversiones en ETF, es importante entender en qué consiste el índice. Esto impulsa la propia cartera, que a su vez impulsa el perfil de rentabilidad del ETF".