En las dos últimas décadas ha aumentado el interés por las cuestiones medioambientales, principalmente el cambio climático, el calentamiento global y los combustibles fósiles. Sin embargo, otra dimensión igualmente importante -la escasez de agua- ha permanecido hasta ahora en gran medida sin examinar y no se le ha dado la debida importancia en las agendas de desarrollo económico de muchos países.
La escasez de agua es una preocupación importante para miles de millones de personas en todo el mundo y tiene un impacto significativo a nivel de empresa y de país. La escasez de agua es también un importante tipo de riesgo físico que los gestores de cartera y los inversores deberían tener en cuenta a la hora de elaborar sus estrategias de inversión.
Para abordar esta carencia, Sustainalytics sugiere revisar las métricas de información sobre el agua en empresas y países. Estas métricas ofrecen una herramienta de seguimiento útil para los ejecutivos de las empresas, los responsables políticos, los gobiernos y los inversores institucionales y minoristas.
Junto con las inundaciones y la calidad del agua, la escasez de agua es uno de los principales retos relacionados con el agua en el siglo XXI.
Para la mayor parte de la población mundial, el estrés hídrico ha aumentado considerablemente durante el período 2002-2017 y se prevé que siga aumentando. En todo el mundo, de 2002 a 2017, el estrés hídrico aumentó un 13%. Durante el mismo período, las extracciones de agua aumentaron un 4,9%, y los sectores agrícola y municipal aumentaron, respectivamente, un 15% y un 13%. Este aumento de la demanda agrava aún más la incertidumbre sobre la disponibilidad del agua. Para 2030, se espera que unos 16 países estén extrayendo de forma insostenible agua de acuíferos no renovables y de fuentes de agua superficiales a nivel nacional.
El Gráfico 1 muestra las previsiones por país del cambio en el estrés hídrico, mostrando que el estrés hídrico ha seguido empeorando en todo el mundo, especialmente en los países en desarrollo. Sin embargo, estas previsiones pueden subestimar los niveles futuros de estrés hídrico, ya que no tienen en cuenta los efectos adicionales del cambio climático sobre el suministro de agua renovable.
Uso del agua por sectores
Los riesgos relacionados con el agua tienen un impacto financiero importante. Un consumo elevado de agua es costoso y puede causar daños económicos a la sociedad y al medio ambiente. Las empresas con un elevado consumo de agua y una gran intensidad de agua están potencialmente muy expuestas al riesgo del agua.
En el Gráfico 2 se presenta la intensidad del agua (water intensity) y el consumo de agua (water consumption) en metros cúbicos totales de los distintos sectores. Las empresas de servicios públicos ocupan un claro primer lugar en cuanto a intensidad del agua, ya que ésta es necesaria para muchas actividades generadoras de electricidad, y los sectores de materiales e industrial ocupan el segundo y tercer lugar, respectivamente. En cuanto al consumo de agua, el sector de los materiales es el principal consumidor, impulsado por los productores de acero y las empresas mineras, que son muy exigentes en materia de agua, mientras que los servicios públicos ocupan el segundo lugar y la energía el tercero, respectivamente.
Conclusión
Nuestro estudio arroja luz sobre la importancia de la escasez de agua para las empresas y los países. También muestra que el estrés hídrico va en aumento en muchas regiones del mundo y se prevé que se convierta en un problema crítico. Para hacer frente a estos retos y controlar mejor los riesgos relacionados con el agua, Sustainalytics ha introducido varias métricas del agua.
Además, descubrimos que la intensidad del agua está relacionada con varias características de las empresas y tiene una relación positiva con la calificación del riesgo ESG. También existe una gran heterogeneidad en el uso del agua entre sectores.
A nivel de país, encontramos que el estrés hídrico y la eficiencia en el uso del agua están relacionados con varias características del país. En resumen, mostramos que el estrés hídrico tiene implicaciones más allá del uso inmediato del agua, ya que el estrés hídrico afecta a todos los aspectos de la economía y el bienestar de la sociedad.