Según un nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, existe el riesgo de que la invasión rusa de Ucrania retrase los avances en la reducción de emisiones necesaria para evitar los peores efectos del calentamiento global. El informe añade que es probable que la temperatura de la Tierra aumente 1,5 grados centígrados en los próximos 20 años y que los riesgos para el medio ambiente serían mayores de lo que se pensaba.
La invasión de Ucrania ha hecho subir el precio del petróleo. Esto podría hacer que los combustibles fósiles sean más atractivos para los inversores y retrasar los esfuerzos hacia el objetivo de "cero emisiones" (cero neto).
"Desde la perspectiva del inversor, el sector energético será una ganga durante los próximos 6-24 meses. La atención al cero neto disminuirá y con ella los compromisos para alcanzarlo, y si faltan entre 12 y 24 meses estaremos poniendo en peligro los objetivos a los que nos hemos comprometido a corto plazo", afirma Michael Jantzi, fundador de Sustainalytics y Director General de Estrategia ESG en Morningstar.
La invasión rusa y sus consecuencias para los mercados financieros también pueden enfriar el interés por las inversiones sostenibles, que hasta ahora han impulsado a las empresas a reducir sus emisiones para hacer frente al riesgo medioambiental y sistémico.
El posible impacto del conflicto en la rentabilidad es una preocupación para los inversores en ESG, muchos de los cuales han comprado estos fondos en los últimos dos años a raíz de la popularidad de estos instrumentos. Con la subida de los precios de la energía, que ya está alimentando una mayor inflación, los fondos sostenibles están atravesando por unos momentos difíciles ya que generalmente se especializan en valores de crecimiento, que tienen valoraciones más altas y tardan más en crear valor. En un entorno así, los beneficios empresariales pueden verse presionados y las empresas pueden revisar sus gastos relacionados con la sostenibilidad (como los planes de reducción de emisiones o las iniciativas de diversidad) para reducir costes.
Rentabilidad y Riesgo
"Este es el peor escenario para los inversores en ESG. Los fondos sostenibles obtuvieron un rendimiento inferior al del mercado cuando Estados Unidos invadió Afganistán en 2001 e Irak en 2003, porque los únicos valores que suben en esas fases del mercado son los vinculados a los combustibles fósiles y al sector de la defensa. Si se pierde el rally en estos sectores, pero se sufren pérdidas en todo lo demás, es difícil obtener buenos resultados", afirma Amy Domini, fundadora de Domini Impact Investments.
Las cuestiones geopolíticas rara vez entran en el radar de los fondos ESG y ésta podría ser la primera gran oportunidad para que articulen una forma de abordarlas.
Nos enfrentaremos a una crisis de refugiados que suscitará preocupación por las violaciones de los derechos humanos. También está la cuestión de los activos rusos en las carteras. Los fondos de pensiones europeos ya están reduciendo su exposición a Rusia. Sin embargo, esto acabará planteando cuestiones sobre la exposición a China, que apoya las reivindicaciones de Moscú sobre Ucrania y las reclamaciones sobre Taiwán.
Sin embargo, un sector que está resistiendo bien es el de las energías alternativas. "Las energías renovables pueden ir bien durante las fases de volatilidad de los mercados energéticos porque pueden contar con una mayor certeza sobre el rendimiento futuro del sector", afirma Joe Keefe, director general de Pax World Funds, una gama de fondos que no invierte en combustibles fósiles.
Según Jon Hale, Director de Investigación sobre Sostenibilidad de Morningstar, puede ser el momento adecuado para que los inversores en ESG consideren la posibilidad de añadir fondos value a sus carteras, que son menos numerosos que los fondos de crecimiento, pero que podrían ayudarles a reducir la volatilidad a largo plazo.
En general, la invasión requerirá que los inversores en ESG presionen más que nunca a las empresas para que cumplan sus compromisos medioambientales. "No podemos permitir que lo que hace Rusia nos distraiga de la consecución del cero neto", concluye Jantzi.