No vamos a modificar nuestras estimaciones de valor razonable para los principales fabricantes de vacunas contra la COVID-19 - Pfizer (PFE), BioNTech (BNTX) y Moderna (MRNA) - a raíz de los informes sobre la nueva variante ómicron, ya que vemos una gran incertidumbre en torno al perfil de esta nueva variante y a si requerirá inyecciones adicionales más allá de las que ya están incluidas en nuestro modelo.
En nuestras valoraciones ya incluimos ampliamente las terceras dosis de refuerzo de estas vacunas de ARNm, seguidas de vacunas anuales para las poblaciones más vulnerables (bebés y adultos mayores de 65 años). Si bien la amplia cartera biofarmacéutica de Pfizer sigue respaldando un amplio foso o ventaja competitiva, pensamos que Moderna y BioNTech aún están en proceso de construir ventajas competitivas sostenibles, dada la incertidumbre en torno a la futura difusión de COVID, la aplicabilidad de la tecnología de ARNm a otras vacunas y tratamientos, y la defensa contra tecnologías competidoras similares o mejoradas.
Pfizer/BioNTech y Moderna han revelado alguna información sobre las estrategias y los plazos hasta que se pueda desarrollar una nueva vacuna, y estimamos que podría estar disponible una nueva vacuna dirigida a la variante ómicron en seis meses, si fuera necesario.
El 26 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud designó la última variante de COVID-19, B.1.1.529 (ahora ómicron), una variante preocupante debido a un gran número de mutaciones y a los datos preliminares que apuntan a posibles ventajas de transmisión y de escape inmunológico sobre otras variantes.
BioNTech ha dicho que deberíamos saber más sobre la eficacia de las vacunas actualmente disponibles contra ómicron en un par de semanas, tras la finalización de algunas pruebas de laboratorio sobre la capacidad de los anticuerpos de la vacuna para neutralizar la nueva variante.
La capacidad de fabricación establecida - que está preparada para alcanzar los 4.000 millones de dosis anuales en Pfizer/BioNTech y quizás 3.000 millones anuales en Moderna (dependiendo de la dosis) - podría cambiarse fácilmente a una vacuna de la nueva variante, ya que las materias primas y los procesos de fabricación siguen siendo los mismos.