Investigación, dividendos y adquisiciones. Estos son, según los analistas de Morningstar, los tres elementos que deben hacer que los inversores no pierdan de vista al sector biotecnológico. Especialmente cuando se trata de empresas de gran capitalización.
En la bolsa, el sector se mueve pero no corre. El Morningstar Global Biotechnology Index ha ganado un 11,1% desde principios de año (en euros hasta el 25 de octubre) (+26% en 2020).
Indice Morningstar Biotech desde inicio de año
En contra del sentimiento del mercado, los analistas de Morningstar creen que la buena asignación de capital realizada por algunos grupos en los últimos años les permitirá crecer.
"La mayoría de las empresas biotecnológicas tienen una ventaja competitiva, pero casi todos los medicamentos que se venden actualmente se enfrentarán a la competencia de los genéricos en las próximas dos décadas", explica Damien Conover, director de análisis de valores farmacéuticos de Morningstar. "La duración de las patentes hace que el sector biotecnológico dependa especialmente de una buena utilización del capital".
Cómo gastan las empresas de biotecnología
Sin embargo, hay una manera y una forma de utilizar las inversiones. "Consideramos que la estrategia de inversión de cada empresa es el elemento diferenciador clave dentro del grupo de biotecnología", dice Conover. "Hay quienes utilizan el dinero para hacer investigación y desarrollo y quienes lo utilizan para dar dividendos a los accionistas. En ese sentido, rara vez hemos visto recortes de dividendos en los últimos años. Con retribuciones cercanas al 50%, creemos que los inversores que buscan ingresos por dividendos deberían considerar las grandes capitalizaciones del sector biofarmacéutico".
Luego está el lado de la innovación, en el que, según los analistas, las inversiones suelen ofrecer un buen rendimiento. "Pero la inversión en innovación también llega a través de las adquisiciones", dice Conover. "En general, hemos visto operaciones exitosas entre los grandes actores. Cuando se centran en las pequeñas empresas, el desembolso suele ser demasiado elevado en comparación con los resultados.
La capacidad de gasto proviene en gran medida de unos balances saneados. "Las empresas del sector están gestionadas con prudencia", afirma el analista. "Entre otras cosas, porque necesitan que el capital esté listo para las adquisiciones que puedan surgir de repente debido a descubrimientos científicos imprevisibles".
Además, las empresas de biotecnología deben estar siempre preparadas para defenderse de las acciones legales. Algunos medicamentos salen al mercado con efectos secundarios imprevisibles. "En las dos últimas décadas, varias retiradas de productos y nuevos descubrimientos han provocado importantes costes de litigio".