Los Juegos Olímpicos ofrecen una lente divertida para observar este aspecto común, ya que muchos atletas han seguido un plan cuidadosamente elaborado hasta llegar a la meta. A menudo, este plan se elabora durante cuatro años, guiado por un entrenador que realiza pequeños ajustes en función de las lesiones y del panorama competitivo. Es difícil encontrar a un atleta en el podio que haya llegado de improviso.
Y esto es muy parecido a los inversores de éxito, que tienen un plan, suelen tener un entrenador (a través de un asesor financiero) y hacen ajustes en función del entorno de inversión que les rodea.
Si necesita buscar inspiración, no busque más que Eliud Kipchoge, el plusmarquista mundial de maratón. Ha sido muy sincero sobre los retos que supone llegar a la línea de salida en Tokio, pero se ha mantenido fiel a sus fundamentos de excelencia: "Sigo con mi entrenamiento, tengo el mismo entrenador, la misma dirección, el mismo pensamiento y por eso estoy aquí de nuevo".
Hay algo hermoso en ese planteamiento. Es sencillo y funciona. Empieza con un objetivo, tiene un plan para alcanzarlo, cuenta con mecanismos de apoyo y refuerza la disciplina para atenerse al plan.
Esto también tiene importantes lecciones para los inversores. El verdadero secreto de un gran inversor es conocer el marco de su éxito, especialmente las personas que le rodean y el proceso que siguen (que resultan ser dos pilares clave que utilizamos para evaluar a los gestores de fondos a través del Morningstar Analyst Rating). Esto es mucho más revelador que simplemente admirar el rendimiento.
Naturalmente, los objetivos financieros de cada uno son ligeramente diferentes, pero relacionemos el plan de Kipchoge con el de una pareja que quiere jubilarse pronto:
Seguir con el entrenamiento
Necesita tener claros sus objetivos para crear un gran plan, pero también necesita seguir ese plan una vez decidido. Esta es la parte menos glamurosa de la acumulación de riqueza. Por ejemplo, un objetivo ambicioso para la jubilación puede requerir un sacrificio salarial en su pensión, pero también completar sus vehículos de inversión externos mientras paga sus deudas. Es mucho menos emocionante que hablar de criptomillonarios en una barbacoa, pero funciona.
El mismo entrenador y la misma dirección
Las influencias externas, como la pérdida de un empleo o la caída del mercado, pueden ser obstáculos que requieran ligeras modificaciones del plan. Contar con un equipo experimentado que le apoye y le ayude a sortear estos acontecimientos es una gran ventaja.
Esto también es válido desde el punto de vista matemático, ya que las mayores caídas (o lesiones) requieren recuperaciones cada vez mayores: una caída del 10% requiere una subida del 11,1% para volver a estar en equilibrio, una caída del 20% requiere una subida del 25%, una caída del 50% requiere una subida del 100%, y así sucesivamente. Los contratiempos forman parte de la inversión y el deporte, pero no deberían impedirle participar.
Mismo pensamiento
La inversión, como el deporte, es a menudo mental. Se trata de mantener la disciplina incluso cuando no se ven resultados a corto plazo y de ser humilde cuando las cosas van bien. El comportamiento es importante. Pasamos mucho tiempo revisando internamente nuestro propio comportamiento, esforzándonos en conseguir el resultado deseado.
Cómo ganar una medalla de oro en inversión
Al igual que un medallista de oro olímpico, es totalmente posible ganar la carrera hacia sus objetivos financieros, aunque pierda en ocasiones en el camino. Dicho de otro modo, no es necesario batir el récord mundial en cada carrera. Si puede comprometerse con el plan, minimizar los errores y evitar los grandes contratiempos, es probable que consiga ganancias graduales y que suba como un cohete en su propia tabla de clasificación.
Esto también es válido desde el punto de vista matemático, ya que las caídas más grandes (o las lesiones) requieren recuperaciones cada vez mayores: una caída del 10% requiere una subida del 11,1% para volver a estar en paz, una caída del 20% requiere una subida del 25%, una caída del 50% requiere una subida del 100%, y así sucesivamente. Los contratiempos forman parte de la inversión y el deporte, pero no deberían impedirte participar.
El punto central aquí -que es válido en la inversión y el deporte- es elaborar un plan que busque ganancias marginales en lugar de saltos arriesgados, un concepto popularizado en el ciclismo. Esto se consigue realizando cientos de pequeñas mejoras a lo largo del camino, lo cual requiere intrínsecamente humildad, pero es el camino más fiable hacia el éxito. Los inversores también pueden hacer pequeñas mejoras. Por ejemplo, no intente ahorrar de repente el 50% de su salario mañana, ahorre el 5% y vaya progresando hacia arriba.
Entonces, ¿cuál es su plan para alcanzar esa meta?