Un mercado en rápido crecimiento, esencial para lograr la descarbonización de la producción de energía, pero que presenta algunos obstáculos que los inversores deben tener en cuenta. Este es el panorama que se desprende de un estudio de Morningstar dedicado al sector del hidrógeno.
Para impulsar un rápido desarrollo del sector están los ambiciosos programas de algunos gobiernos. Los planes de la Unión Europea, por ejemplo, prevén la construcción de plantas de electrólisis para producir hidrógeno por un total de 40 gigavatios. A modo de comparación, la planta más grande del mundo, en Japón, tiene sólo 10 megavatios y la capacidad global total es de unos 100 megavatios.
Objetivos de la UE para lograr un mayor uso del hidrógeno
Pero, ¿por qué tanto interés? "El hidrógeno se considera una buena opción para descarbonizar las economías y permite un mejor almacenamiento de las energías renovables", explica Stephen Ellis, estratega de renta variable de Morningstar.
"Prácticamente todo el hidrógeno que se produce hoy en día es el llamado hidrógeno gris (que utiliza gas como materia prima para su fabricación). El objetivo de estas inversiones es cambiar el proceso de producción para que se apoye más en el hidrógeno verde (producido a partir de fuentes renovables como la eólica, la solar y el agua) y el hidrógeno azul, (producido a partir de combustibles fósiles, pero con un bajo impacto ambiental)".
Los primeros sectores que, según los gobiernos, podrían utilizar el hidrógeno de forma menos contaminante son las refinerías, los productores de fertilizantes nitrogenados (que utilizan hidrógeno gris), el transporte pesado y las acerías, todos ellos segmentos que son muy difíciles de descarbonizar.
"La razón para que los gobiernos hagan este cambio es clara: el hidrógeno ofrece numerosos beneficios, sobre todo en lo que respecta a la descarbonización de un sector con un gran impacto ambiental como el de la generación de energía", afirma Ellis.
La Administración de Información Energética (la oficina de análisis del Departamento de Energía de EE.UU.) estima que el 31% de las emisiones de carbono de EE.UU. en 2019 procedieron de la generación de electricidad. Pero la reducción de las emisiones es crucial para la Unión Europea si quiere cumplir su objetivo de septiembre de 2020 de reducir las emisiones de carbono al 55% respecto a los niveles de 1990 para 2030.
"El consenso de los analistas dice que el mercado del hidrógeno crecerá entre cinco y ocho veces con respecto a los niveles actuales para 2050", explica Ellis. "En el último año, el entusiasmo de los inversores se ha disparado, y los valores y ETFs relacionados con el hidrógeno han avanzado varios cientos de puntos porcentuales".
Los obstáculos
Sin embargo, tanto entusiasmo puede ser prematuro, si se tiene en cuenta que aún quedan importantes problemas por resolver antes de llegar al uso masivo del hidrógeno.
Uno es la infraestructura. "En Estados Unidos, para garantizar la distribución generalizada, habría que utilizar las instalaciones que ahora se usan para los hidrocarburos", dice el estratega. "El problema es que suelen ser de plástico o acero, dos elementos que reaccionan mal al contacto con el hidrógeno".
El segundo problema es el coste. "Actualmente, la producción de un kilo de hidrógeno verde cuesta 15 dólares", afirma Ellis. "Para ser competitivo con el producido por los sistemas fósiles tendría que costar 2 dólares". Tanto el gobierno de Biden como la Unión Europea han trazado objetivos para equiparar el coste del hidrógeno verde con el del hidrógeno derivado de los combustibles fósiles para 2030.
Por último, hay cuestiones normativas que resolver, especialmente en Estados Unidos. "El gobierno tendrá que establecer planes de hidrógeno claros y transparentes para fomentar el correcto desarrollo de este mercado", dice Ellis. "Estos mandatos pueden adoptar muchas formas y no existen hoy en día, incluyendo un objetivo de producción de hidrógeno y su uso en sectores específicos".
Sin embargo, a pesar de estos problemas, según el analista, el sector del hidrógeno debe ser vigilado. "Es un sector incipiente, por lo que las subidas que hemos visto deben considerarse más bien de carácter especulativo. Sin embargo, para el inversor más exigente hay oportunidades", dice Ellis. "Prevemos que una serie de empresas de alta calidad de diversos sectores (industrial, servicios públicos, materiales básicos, energía) podrán aprovechar el crecimiento del sector tanto en EE.UU. como en Europa". Entre ellas destacamos las siguientes:
Johnson Matthey es uno de nuestros principales valores europeos de hidrógeno: sobre la base de las estimaciones del tamaño del mercado de Johnson Matthey y de una cuota de mercado del 15% en sus tecnologías relevantes, creemos que las ventas en sus negocios de hidrógeno y pilas de combustible podrían alcanzar unos 850 millones de libras esterlinas en 2030, lo que supone una tasa de crecimiento anual del 25%.
Las carretillas de pila de combustible son una gran oportunidad: Kion debería ser uno de los principales beneficiarios del crecimiento de la demanda de carretillas de pila de combustible. Las carretillas generan alrededor del 70% de los beneficios del grupo, y la oportunidad del hidrógeno para la empresa es potencialmente mayor a través de su creciente exposición a China.
La tabla siguiente enumera las empresas de diferentes sectores que podrían aprovechar el crecimiento del mercado del hidrógeno.