Algunas de las mejores sorpresas provienen simplemente de olvidos pasajeros. ¿Conoce esa sensación que tiene cuando encuentra por casualidad dinero en un viejo pantalón o en una vieja chaqueta? Pues bien, usted puede regalarse regularmente el mismo tipo de euforia haciendo algunos cambios en su vida que le permitirán acumular una riqueza oculta y le facilitarán el ahorro, empezando por "cortocircuitar" mentalmente parte de su dinero.
Poner el piloto automático
"La mejor manera de engañarse para que uno ahorre más dinero es la automatización. En otras palabras, puede ordenar que se transfiera dinero a su cuenta de ahorro cada vez que reciba su sueldo", dice Samantha Lamas, investigadora del comportamiento de Morningstar. "El siguiente paso sería establecer un sistema en el que la cantidad ahorrada aumentara automáticamente a partir de una fecha determinada o en cada aumento de sueldo. La razón por la que la automatización es tan eficaz es que no requiere que pensemos en el ahorro: está fuera de la vista, fuera de la mente.
Automatizar sus ahorros puede ser tan sencillo como establecer una transferencia automática regular con su banco uno o dos días después de que le ingresen el sueldo. También puede dar a los ordenadores un poco más de control haciéndoles participar en el proceso de gasto y presupuesto. Existen aplicaciones que pueden redondear automáticamente sus compras al siguiente euro e invertir los ahorros, y pueden ayudarle con su planificación financiera.
Los hábitos sencillos son difíciles de erradicar
Aunque es fácil asignar ciertas responsabilidades fiscales a los robots, engañar a su mente con reglas sencillas y paso a paso puede ser un atajo hacia un comportamiento financiero más saludable.
Lamas sugiere convertir el ahorro en un hábito. "Puedes empezar por adoptar una sencilla regla general que funciona bien en tu vida personal. Hay muchas reglas, pero es importante encontrar una que puedas cumplir y que te ayude a acercarte a tus objetivos financieros. "
Las reglas generales son fantásticas porque son infantilmente simples. "Cuanto más fácil era para una persona tomar estas decisiones, más se enriquecía", dice Lamas sobre su investigación. No es de extrañar que reglas como "ahorrar al menos entre el 10% y el 30% de sus ingresos al mes" dieran lugar a un mayor bienestar financiero. Pero la persistencia es esencial. Ahí es donde uno tienes que hacer que estas reglas adquieran los atributos de un hábito.
Encuentre su ángulo
Una vez que ha encontrado una regla que le funcione, empiece a convertirla en un hábito, dice Lamas. "Primero, encuentra su detonante. Puede ser en un día concreto (como todos los lunes tengo que hacer esto o aquello), o a principios de mes, o cuando recibes tu sueldo. Sólo tiene que ser algo fiable y que se recuerde. Esta "señal" será el detonante que le recordará que debe seguir su regla. Una vez que haya establecido este proceso, cúmplalo. La repetición de una regla es esencial para que se convierta en un hábito. Y luego tratar de encontrar recompensas o incentivos para seguirlo también. Puede tratarse de algo sencillo y barato.
Los trucos cambian con el tiempo
Con el tiempo, sus recompensas tendrán que actualizarse para reflejar sus gustos, y es posible que tenga que adoptar otros trucos y reglas a medida que cambie su situación financiera, sobre todo psicológicamente, con el aumento de su salario. El dinero tiene una forma de amplificarlo todo", dice Sarah Newcomb, doctora en economía del comportamiento de Morningstar. "De repente, te quedas con el sueldo más alto que has ganado nunca y no sabes qué hacer con él. Una de las principales cosas que hay que reconocer es que, a partir de ahora, vas a tener muchas más formas de hacer grandes cosas, o vas a tener problemas."
Recuerde que debe evitar las maldiciones en la ecuación del ahorro que pueden afectar al lado del gasto de la ecuación. Newcomb ilustra una de esas trampas mentales que surgen durante la transición de recién graduado a nuevo empleado. "Si durante tus años de estudio pasaste tu tiempo libre haciendo ciertas cosas, conseguir un trabajo no va a cambiar necesariamente tus hábitos de gasto. Simplemente le dará formas adicionales de gastar más en las mismas cosas."
Una regla general sería engañarse a sí mismo para ahorrar más reevaluando lo que realmente necesita gastar, llegando al fondo de las cosas. "La gente no va a los restaurantes porque necesite comer", dice Newcomb, "lo hace porque quiere conectar con amigos o conocer algo nuevo". Responde a una necesidad de conexiones sociales, de comodidad. "De este modo, se puede evaluar si las mismas necesidades pueden satisfacerse de una manera diferente y menos costosa.
Por último, "mientras te engañas a ti mismo para ahorrar más dinero, vigila tus progresos para no perder de vista el trofeo que quieres", añade Lamas. "¡Saber hasta dónde has llegado nos ayuda a mantenernos motivados, además de honestos!"