La literatura en psicología muestra que estamos intrínsecamente motivados por objetivos y trabajamos duro para alcanzarlos. Además, es más probable que alcancemos objetivos concretos que objetivos vagos y abstractos. El establecimiento de objetivos es una característica omnipresente en la forma en que los individuos toman decisiones cotidianas en el trabajo y en la vida diaria. Los objetivos de ahorro son difíciles por varias razones.
En primer lugar, algunos son objetivos a corto plazo, como comprar un coche o viajar; otros son objetivos a largo plazo (jubilación, compra de una casa). Segundo, no todos los objetivos financieros que uno podría tener tienen un precio claro. El coste de una casa en un pueblo pequeño debería ser muy diferente al de la ciudad. Los costes de la jubilación pueden variar aún más drásticamente, no sólo en función de las consideraciones del estilo de vida para la jubilación, sino también de manera crucial a lo largo de la vida del jubilado.
Christine Benz, directora de finanzas personales de Morningstar, así como otros expertos de Morningstar sugieren cinco pasos clave para la planificación de objetivos.
Paso 1: Documente sus objetivos
El primer paso en el proceso es documentar sus objetivos por horizonte temporal. Agrúpelos en una de las tres categorías: objetivos a corto plazo (que deben alcanzarse en cinco años o menos), objetivos a mediano plazo (de cinco a 15 años) y objetivos a largo plazo (15 años o más).
Especifique la fecha en la que espera alcanzarlos y la duración de los objetivos plurianuales. En el proceso de enumeración de sus objetivos, sea lo más específico posible; por ejemplo, si tiene dos hijos a los que le gustaría ayudar con la educación universitaria, haga dos entradas separadas. Y no se olvides de pagar las deudas, ya sea un préstamo hipotecario o un crédito de consumo, en su lista de prioridades financieras.
Paso 2: Cuantifique sus objetivos
El siguiente paso es estimar el coste de cada uno de sus objetivos. Para los objetivos a corto e incluso a medio plazo, esto debería ser sencillo, pero estimar el coste de los objetivos plurianuales y a largo plazo, como la jubilación, es más difícil. La gran incógnita es la inflación: aunque actualmente es bastante baja según los estándares históricos, es razonable asumir una tasa de inflación de al menos 2-3% para objetivos a largo plazo.
Paso 3: Defina objetivos «SMART»
El objetivo debe ser singular, medible, adaptable, realista y temporal (SMART).
- Singular: bien definido, claro y sin ambigüedades.
- Medible: con criterios específicos que miden su progreso hacia el logro del objetivo.
- Adaptable: ajustable (si es necesario) mediante revisiones periódicas de la cartera.
- Realista: a su alcance, alcanzable y adaptado a su objetivo.
- Temporal: limitado en el tiempo y con un calendario claramente definido (con una fecha de inicio y una fecha límite).
Paso 4: Priorice los objetivos
Finalmente, priorice sus objetivos numerándolos. Por supuesto, usted querrá dejar que sus propios deseos guíen sus prioridades, pero es importante dar mucho peso a lo que tiene sentido desde el punto de vista financiero y a lo que proporcionará el mejor rendimiento de la inversión.
La siguiente jerarquía tendrá sentido en muchas situaciones:
-Pago de deudas/fondo de emergencia
-Ahorro para la jubilación
-Ahorro para la universidad
Otros objetivos a corto y mediano plazo (dentro de límites razonables)
Paso 5: Revise regularmente su cartera
Con revisiones regulares de la cartera, usted se asegura de que su cartera está en camino de cumplir sus objetivos. Si es necesario, puede reequilibrarla (basándose en el cambio del perfil de riesgo y el plazo previsto) y eliminar las inversiones de bajo rendimiento.