Los fondos indexados con vocación a largo plazo y los fondos cotizados en bolsa (ETFs) registraron entradas netas por valor de 20.500 millones de euros, frente a los 65.200 millones de euros de los fondos gestionados activamente. Cuando se ajustan por su tamaño, los flujos hacia los fondos pasivos superan fácilmente las entradas hacia los fondos gestionados activamente.
Gracias a una tasa de crecimiento orgánico del 9,1% en los últimos 12 meses, frente a una tasa de crecimiento del 2,7% para los fondos gestionados activamente, la cuota de mercado de los fondos pasivos pasó del 19,0% en noviembre de 2019 al 20,3% de los activos de los fondos europeos a largo plazo en noviembre de 2020.
Las suscripciones que se dirigieron a los fondos índice en noviembre se debieron en su totalidad a los 20.600 millones de euros de entradas en fondos de renta variable. No obstante, los vehículos de renta variable de gestión activa también tuvieron un mes muy fuerte, casi duplicando esa cifra con 39.900 millones de euros. Al mismo tiempo, los fondos de renta fija pasivos apenas atrajeron 2.500 millones de euros, mientras que los fondos de bonos gestionados activamente se llevaron la mayor parte de las entradas, unos 16.400 millones de euros.
En el ámbito de los fondos pasivos a largo plazo, los fondos indexados captaron 5.800 millones de euros de flujos netos en noviembre, frente a los 14.800 millones de euros de los ETFs. A 30 de noviembre, se invirtieron 1.062 millones de euros en fondos indexados (52%), mientras que 979.000 millones de euros se destinaron a los ETFs (48%).
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