En julio, las entradas de dinero a los fondos gestionados activamente superaron claramente las entradas a los fondos de gestión pasiva (fondos de inversión y ETFs): 42.000 millones de euros frente a 20.000 millones de euros. Sin embargo, cuando se ajusta por tamaño, los fondos pasivos superaron a los fondos gestionados activamente en Europa el mes pasado. Esto se refleja en el crecimiento orgánico, que representan las entradas netas como porcentaje de los activos iniciales. Mientras que los fondos indexados a largo plazo crecieron orgánicamente en un 1,08%, los fondos gestionados activamente a largo plazo crecieron en un 0,57%.
La cuota de mercado de los fondos pasivos aumentó hasta el 19,8% al 31 de julio, frente al 19,7% del 30 de junio en proporción al total de activos de los fondos con vocación a largo plazo domiciliados en Europa. Un año atrás, al 31 de julio de 2019, la cuota de mercado de los fondos pasivos se situaba en el 18,3%.
Si bien los fondos de bonos fueron el salvavidas de los fondos gestionados activamente, los fondos pasivos siguieron prosperando gracias a las suscripciones en fondos de acciones, bonos y materias primas. Cabe señalar que los productos pasivos que siguen el precio del oro son los beneficiarios de la enorme demanda de productos de oro, que por lo general apenas están representados en la esfera activa, principalmente por razones de reglamentación.
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